‌Dimisión del gobierno francés: Macron acepta la renuncia del primer ministro Gabriel Attal

Aunque Attal y su gabinete han renunciado formalmente, continuarán desempeñándose en funciones de manera interina hasta que se designe un nuevo gobierno, un proceso que podría extenderse más allá de los Juegos Olímpicos de París, que comienzan el 26 de julio.

La dimisión del gobierno de Attal, aunque prevista, deja a Francia en una situación de interrupción política sin precedentes. El gobierno provisional se encargará de gestionar los asuntos corrientes, pero carece de la capacidad para introducir nuevas leyes o implementar cambios significativos, según explicó Mathieu Disant, profesor de Derecho en la Universidad Panthéon-Sorbonne.

El presidente Macron ha instado a los partidos tradicionales a formar una alianza que incluya a algunos miembros del Nuevo Frente Popular, pero que excluya a Francia Indeclinable, con el objetivo de establecer una coalición mayoritaria. Esta situación ha generado un intenso debate político sobre quién debería liderar la Asamblea Nacional, un rol crucial en la actual coyuntura política. "Nunca antes la elección del presidente de la Asamblea tuvo tanta importancia política", afirmaron analistas de Eurointelligence.

La situación se ve agravada por incidentes recientes que han aumentado la presión sobre el gobierno provisional. Durante el fin de semana, un soldado del equipo antiterrorista Sentinelle fue apuñalado en la Gare de l'Est, un recordatorio de los desafíos de seguridad que enfrenta Francia. Ante estas latentes tensiones, el gobierno provisional de Attal deberá garantizar que los Juegos Olímpicos se desarrollen sin contratiempos.

La posibilidad de que un gobierno de centroderecha asuma el mando parece una opción viable para Macron y Attal, quienes buscan evitar la inclusión del partido de extrema derecha Agrupamiento Nacional y de Francia Indeclinable en cualquier nueva coalición. Sin embargo, las grietas en la relación entre Macron y Attal han comenzado a emerger, con Attal aparentemente culpando a Macron por la derrota electoral, apenas seis meses después que el primero fuera nombrado el jefe de gobierno más joven de Francia a los 34 años.

En medio de esta incertidumbre, Macron aún tiene casi tres años restantes en su mandato presidencial antes de las próximas elecciones en 2027, donde se espera que la líder de extrema derecha Marine Le Pen haga una nueva apuesta por el poder. Esta situación representa un desafío significativo para Macron, quien debe navegar cuidadosamente para preservar la estabilidad política y económica de Francia mientras busca construir una nueva coalición de gobierno.