Diplomacia deportiva de los países del Golfo Pérsico a través del fútbol

A primera vista pareciera que los Estados del Golfo Pérsico, o de Asia Occidental, tienden a mantener un vínculo deportivo regional por la Copa de Naciones del Golfo, en la cual participan cada dos años países árabes como Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Iraq, Catar, Bahréin, Omán y Yemen. Inclusive, el fútbol funcionó como un mecanismo de disolución de conflictos hace algunos años.

En 2017, los gobiernos de Arabia Saudita, Bahréin y EAU rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con Catar por su apoyo a grupos terroristas. El balompié logró que para el 2019, dentro del contexto de la Copa de Naciones del Golfo, estos países rompieran el bloqueo que le impusieron a Doha y las esperanzas de reconciliación emergieron con la participación de los países antes mencionados durante los partidos situados en territorio catarí. (EFE 2019)

Además, el deporte es una de las estrategias de posicionamiento global diplomático más importante para los Estados de la región; figuran de manera trascendental en los equipos de fútbol europeos y poseen un papel crucial en este ámbito a nivel internacional. El poder blando conserva un rol sustancial para los países que se consolidan como potencias económicas fuera de los reconocidos países occidentales, toda vez que sus regímenes políticos no son en su totalidad afines con la concepción democrática de los Estados del Oeste global. Con base a ello, su percepción internacional se ve mejorada por las inversiones multimillonarias en el deporte, de forma específica en el fútbol, ya que va más allá de la ideología y los sistemas políticos. (Viñas 2022)

Por mencionar algunos casos de correlación entre los países de Asia Occidental con la diplomacia deportiva posicionada en el fútbol, Abu Dhabi United Group de EAU abrió el camino en 2008 con la compra del Manchester City, uno de los clubes más poderosos de Inglaterra. Del mismo modo, ha invertido de manera notable en publicidad. Tan sólo la línea aérea Emirates Airways invirtió en 2014 más de 271 millones de dólares en patrocinio y tienen acuerdos en las camisetas de los clubes del Associazione Calcio Milan, Paris Saint-Germain (PSG), Arsenal y Real Madrid. Además, esta nación ha acogido varias de las últimas ediciones del mundial de clubes, durante los años 2009, 2010, 2017, 2018 y 2021. (Viñas 2022; BBC Mundo 2014)

En segunda instancia, destaca el caso de Catar que ha incursionado en el fútbol con un crecimiento diplomático deportivo determinante. Inició en el 2012 con la adquisición del Club de Fútbol PSG, mientras que el presente año 2022 alcanzará el punto más álgido de “jerarquización” del deporte de alto nivel al ser la sede del Mundial de fútbol. Por otro lado, Bahréin ha protagonizado un acercamiento discreto y de bajo perfil pero significativo para el pequeño país. En la actualidad, cuenta con los equipos Córdoba Club de Fútbol y el París Fútbol Club. (Viñas 2022)

A pesar de su tarde incorporación a la diplomacia futbolística, Arabia Saudita ha tenido un destacable progreso desde 2020 al consolidar un acuerdo a largo plazo con la Real Federación Española de Fútbol para acoger la Supercopa de España, el cual se prolongará al menos hasta 2029. Asimismo, ha adquirido el club de fútbol Newcastle United a través del Public Investment Fund (PIF) y mediante una inversión aproximada de 400 millones de libras logró mantener la categoría de las "urracas" en la Premier League. (Nieto 2022)

Como es posible observar, el deporte trasciende fronteras así que puede concretar una gestión diplomática y de relaciones internacionales disimulada y fructífera. Sin embargo, entre otros aspectos relevantes vinculados al posicionamiento clave de los países del Golfo Pérsico en la diplomacia deportiva del fútbol, se puede vislumbrar el hecho de cimentar inclusive una estructura de seguridad, así como de competencia o, en su contraparte, de difuminación de conflictos entre los países por esta vía.

Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano, hace énfasis en el interés por parte de algunos países del Golfo para entrelazar sus medios de seguridad nacional en colaboración con la diplomacia deportiva. Catar es un país pequeño que anteriormente ha sufrido sanciones y diversos bloqueos por parte de los demás países de Oriente Medio. Por ello, un mecanismo de prevención que implementa es posicionarse bajo la mirada internacional de manera constante a través de la inversión en sectores estratégicos como lo es el Mundial de fútbol.

De este modo, si algún Estado de la región buscase afectar negativamente a Catar o inclusive, en algún panorama extremo, invadirlo, sería mucho más complejo. Además, Doha busca implementar una estrategia alternativa a su actual dependencia económica a los hidrocarburos al direccionar su atención a una fuente de negocio distinta. Pese a que estos países son tomados frecuentemente como un bloque, también existe entre ellos una intensa competencia. Lo anterior se reflejó en el antes señalado embargo de Arabia Saudita y EAU a Catar por la designación del Mundial de fútbol y la negativa de los cataríes a compartir la sede con Abu Dhabi y Dubái, entre otros motivos. (Viñas 2022)

Por el contrario, al ser el territorio más grande de esta subregión, Arabia Saudita no posee la inseguridad proveniente de sus países colindantes. No obstante, mantiene una necesidad geoestratégica de posicionamiento en el marco global al encontrarse en constante observación por su sistema político respaldado en una monarquía absoluta y no contar con una democracia homologada a imagen y semejanza de las potencias occidentales. Por esta razón, el sportwashing le ha resultado un camino para lavar su imagen internacional mediante inversiones, además de ganarse a gobernantes y empresarios. (Nieto 2022)

A modo de conclusión, puede entenderse que si bien los países del Golfo Pérsico han utilizado la diplomacia deportiva como un medio de posicionamiento en la esfera internacional, también genera roces políticos entre naciones. La importancia económica que hoy en día mantienen algunos de estos Estados dentro del fútbol ha dado como resultado la elección de Catar, un país pequeño en términos de extensión territorial, como sede de la Copa Mundial 2022, así como el reconocimiento de su importancia geopolítica global.