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Enciclopedia

Montserrat Mendoza Gama

¿Qué es el Soft Power?

- Traducido como “poder suave”, es un elemento de los Estados que se emite a una audiencia internacional

¿Qué es el Soft Power?

El concepto de soft power emerge de la disciplina y estudio de las relaciones internacionales, así como de la diplomacia pública; sin embargo, el autor que más ha sido reconocido por su análisis es el geopolitólogo Joseph Nye, quien lo propone como “los recursos que, normalmente, trabajan indirectamente moldeando el entorno de las políticas” (Nye 2004). El término toma importancia al fin de la Guerra Fría, ya que el poder no se sostenía únicamente en la fuerza militar o económica; además, se sumaban nuevos actores al escenario internacional, más influyentes y símiles a los intereses del Estado.

Traducido como “poder suave”, es un elemento de los Estados que se emite a una audiencia internacional, se adhiere a las esferas de negociación y las actividades diplomáticas para compartir propuestas o soluciones al ser empleado por instituciones para legitimar tanto sus propósitos como acciones ya sea al exterior o al interior. Por lo tanto, es capaz de generar resultados al establecer bases para la convivencia entre naciones, sea utilizado o no por estas.

Por otra parte, también se entiende como la conjugación de valores y de cultura, en suma del trabajo de política exterior. Dado en un contexto particular, el soft power puede ser utilizado como herramienta del Estado para ejercer el poder mediante el convencimiento y la aceptación de valores para impulsar propuestas y legitimar acciones. Por lo tanto, usar la imagen que se ha construido del país para la promoción de elementos identitarios, generar alianzas, promover centros atractivos de inversión o alzas en el turismo, dependiendo de la orientación que se le asigne. Es decir, acorde a los valores y las identidades nacionales, ¿cuál es el objetivo a seguir y qué país va a ser receptor del mensaje?

En consecuencia, el componente básico del soft power es la influencia, a la cual convierte en una herramienta analítica que se adhiere a las dinámicas de poder, es decir, a la capacidad que tienen los Estados para modificar y normar las relaciones entre países, así como la participación de agentes internacionales. En este sentido, no todas las naciones tienen la posibilidad de explotar su potencial dado su contexto. Un reto importante es el creciente uso de tecnologías de la información que, si bien hace de las labores gubernamentales un ejercicio más transparente, se enfrasca en una dinámica de procesamiento de la información, en otras palabras, se sujeta de la interpretación y recepción de los discursos.

Es importante tomar en cuenta el requerimiento de una inversión para regular, instruir y generar instituciones especializadas que se encarguen del efectivo trato de la información a la vez que combaten las ideas negativas que existen sobre el país, por ejemplo, en temas de terrorismo, inseguridad, roles de género, entre otros. Este punto puede definirse como “poder suave negativo”, ya que afecta los propósitos del Estado y disminuye el impacto que puedan tener otros elementos o acciones hacia el exterior.

En contraste con lo anterior, varios textos han advertido que el uso constante de algún elemento cultural o valor dentro de la sociedad, al ser proyectado al exterior, podría cansar a la audiencia que lo recibe, pues esta no puede compactar con la idea, generando un rechazo hacia el país. Asimismo, otras variantes son el “poder cortante” que hace referencia a la predominancia del hard power, lo que imposibilita el ejercicio del poder blando, puesto que si se construye un discurso en torno a un gobierno democrático y garante del Derecho internacional, el cual, en la práctica, se impone mediante la militarización o violación a derechos humanos, el mensaje no sería coherente y dañaría los objetivos que desea vincular. Por el contrario, si se mezcla la parte persuasiva con la coercitiva de forma efectiva, estaríamos hablando de un “poder inteligente”.

En resumen, el poder no se sostiene únicamente de la fuerza militar o económica, ya que interfieren otros aspectos del Estado en la construcción de relaciones y objetivos para el alcance de intereses nacionales; sin embargo, tampoco es el uso exclusivo de algún componente del Estado y debe de tenerse en cuenta la colaboración, así como participación, de diferentes componentes sociales. Además, ante nuevos actores del escenario internacional, destacarse como nación mediante el convencimiento y la aceptación de valores propios para impulsar propuestas y legitimar acciones es una estrategia necesaria de implementar que abre una ventana para países con acuerdos o impedimentos ya sean políticos o económicos que no han podido reforzar sus relaciones con el exterior.

Fuentes

    Nye Jr., Joseph. "Soft power the means to success in world politics". New York: PublicAffairs, 2004, 33-127

    Landelius, Peter. "Poder Suave y diplomacia pública en el contexto multilateral", Revista Mexicana de Política Exterior. no.96, 2013.

    Fan, Yin. "Soft power; power of attraction or confusion?". Place Branding an Public Diplomacy 4, no.2, 2008.


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Mendoza, Montserrat. “¿Qué es el Soft Power?.” CEMERI, 20 oct. 2022, https://cemeri.org/enciclopedia/e-que-es-soft-power-aw.