Los países más y menos democráticos del mundo

La pandemia derivada del coronavirus ha tenido un impacto negativo alrededor del mundo en términos de salud, economía, transporte, relaciones humanas y en los sistemas políticos. Por primera vez desde 2010, el índice de Democracia realizado por The Economist empeoró en todas las regiones. Esta entrega del 2020 reveló que menos del 50% de la población mundial vive bajo un gobierno democrático.

La región de África Subsahariana registró los mayores descensos en “niveles de democracia”, en particular por la inestabilidad política en Malí y en Etiopía. Y si bien Sudán se encamina hacia un gobierno democrático, las dificultades de la transición impiden que sea considerado como tal. Europa y América Latina registraron descensos significativos, particularmente en la cuestión de las libertades civiles, producto de las numerosas restricciones sanitarias. En medio de todo destacan los Estados Unidos, los cuales descendieron un puesto en el índice debido a la crisis política que rodeó las elecciones presidenciales, las semanas finales de la presidencia Trump y la dramática situación vivida en el Capitolio – corazón y estandarte de la democracia estadounidense.

A lo largo del mundo, las libertades civiles han sido suprimidas debido a la pandemia (Portugal y Francia perdieron su estatus de "democracias plenas" debido a las restricciones sanitarias). Aunque esto ha sido diferente en cada país, la tendencia general es la de un fuerte descontento ya que estas continúan ampliándose semana tras semana, desatando ya protestas en los Estados Unidos, España, Francia, Alemania e Italia. Grupos tan variados que van desde negacionistas de la pandemia, comerciantes al borde de la quiebra o ciudadanos cansados de las restricciones han desafiado las restricciones que han alterado dramáticamente sus vidas.

2021 augura ser otro año difícil para la democracia. Aún con el inicio de las campañas de vacunación, el fin de la pandemia todavía se vislumbra lejano, al igual que las restricciones y los temores de algunas personas de que un gobierno pueda utilizarlas como excusa para coartar las libertades civiles bajo el argumento de la salud social. Añadido a este problema, la pandemia no ha puesto una pausa total a los conflictos en el mundo. El reciente golpe de Estado en Myanmar, la supresión y detención de miembros de la oposición rusa, las protestas en Bielorrusia, la inestabilidad política en Etiopía y la aún tensa situación en los Estados Unidos tras los sucesos del capitolio, indican que la democracia a nivel mundial se encuentra en su momento más frágil en décadas.