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Arabia Saudita considera vender deuda europea si el G7 confisca activos Rusos
- En un contexto de creciente tensión geopolítica, Arabia Saudita ha advertido que podría vender sus tenencias de deuda europea si el G7 confisca los casi 300.000 millones de dólares en activos rusos congelados para ayudar a Ucrania.
Según informó Bloomberg este lunes, la aparente advertencia, descrita por una fuente como una "amenaza velada", provino del Ministerio de Finanzas saudí, que habría mencionado específicamente la posibilidad de deshacerse de la deuda emitida por el Tesoro francés.
Sin embargo, el Ministerio de Finanzas de Arabia Saudita negó enérgicamente haber hecho tales amenazas, clasificándolas de infundadas. "Nuestra relación con el G7 y otros es de respeto mutuo y seguimos discutiendo todos los temas que promueven el crecimiento global y mejoran la resiliencia del sistema financiero internacional", se lee en el comunicado. Sin embargo, un funcionario saudí señaló que, aunque no es el estilo de Riad hacer este tipo de amenazas, es posible que hayan explicado a los miembros del G7 las posibles consecuencias de una confiscación de activos rusos.
Arabia Saudita, con sus enormes reservas extranjeras y fondos soberanos de riqueza, posee una influencia significativa en los mercados financieros globales. Este incidente y su impacto demuestran la creciente capacidad del reino para influir en decisiones clave de la economía mundial.
El incidente también destaca la creciente influencia de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en los asuntos globales. Arabia Saudita, que considera unirse a este grupo, está demostrando su capacidad para desafiar y moldear las decisiones políticas globales, a menudo en oposición a las naciones occidentales. De este modo, el mundo está evolucionando hacia un sistema más multipolar, y Arabia Saudita está desempeñando un papel crucial en este cambio.
Finalmente, si bien el G7 ha adoptado una solución de compromiso para utilizar las ganancias generadas por los activos rusos congelados, la amenaza saudí, real o percibida, subraya el delicado equilibrio que las potencias occidentales deben mantener en su apoyo a Ucrania frente a las posibles repercusiones económicas y diplomáticas de otros actores globales. Definitivamente, este hecho es un claro ejemplo del cambio en la dinámica mundial, que comienza a moverse hacia un sistema más multipolar, donde las decisiones ya no están dominadas exclusivamente por las naciones occidentales.