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La estrategia diplomática de Vladimir Putin
- El presidente ruso, a meses de iniciar su 5to mandato, ha emprendido una serie de encuentros diplomáticos de alto nivel. Hasta la fecha, se ha reunido con 20 líderes de diversas regiones, incluyendo Asia, Europa, América Latina, África y Oriente Medio.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, a pocos meses de comenzar su quinto mandato, ha emprendido una serie de encuentros diplomáticos de alto nivel. Hasta la fecha, se ha reunido con al menos 20 líderes de diversas regiones, incluyendo Asia, Europa, América Latina, África y Oriente Medio.
Con estas juntas, el mandatario busca fortalecer las relaciones bilaterales y abordar cuestiones clave de cooperación económica, seguridad y política internacional. Este enfoque de diplomacia multilateral, resalta la estrategia de Rusia de consolidar su influencia global en un contexto de creciente polarización internacional.
Los viajes de Putin al extranjero han sido limitados, precisamente seis, debido a la orden de aprehensión emitida por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Con vigencia desde el año pasado, esta orden ha restringido significativamente sus movimientos fuera de su territorio nacional, ya que visitar determinadas regiones supondría el riesgo de ser arrestado.
Una de sus primeras visitas después de asumir su quinto mandato fue a Pekín, donde se reunió con el líder chino Xi Jinping con quien mantiene una estrecha amistad. China ha sido un respaldo crucial para que Rusia sobreviva ante las sanciones internacionales por el conflicto en Ucrania. Al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Kazajistán, ambos líderes se comprometieron a "fortalecer la coordinación estratégica integral", destacando la colaboración y apoyo mutuo en múltiples ámbitos estratégicos y económicos.
En esa misma cumbre, Rusia estrechó lazos con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien manifestó su intención de "desarrollar aún más relaciones cálidas", y aprovechó la ocasión para invitar a Putin a visitar Turquía.
Por otra parte, esta semana, la visita del primer ministro indio Narendra Modi a Moscú subraya la fuerte unión entre Rusia, China e India. El gobierno indio ha obtenido diversos beneficios de esta alianza, como la compra de armas y descuentos significativos en la adquisición de petróleo. Esta cooperación refleja un estrechamiento de relaciones que abarca aspectos estratégicos y económicos, fortaleciendo así las posiciones de estos países en el escenario global.
Esta misma semana, Vladimir Putin recibió la visita del primer ministro húngaro Viktor Orban, leal aliado del líder ruso. Paralela y sorpresivamente, Orban visitó a Volodymyr Zelenski en Kiev para dialogar sobre un posible cese al fuego. Esta estrategia, plantea una duda entre si Orban actuó como representante de la UE en nombre de la paz o como un favor hacia Putin haciendo provecho de su posición de poder.
Por último, otra de las visitas y una de las más controvertidas fue la de Putin a Corea del Norte, donde se reunió con el líder norcoreano Kim Jong-un por primera vez en 24 años. Kim Jong-un, al declarar su apoyo incondicional a Rusia en la guerra contra Ucrania, protagonizó un hecho que prendió las alarmas de la oposición, avivando los temores de que Rusia pueda proporcionar tecnología armamentística avanzada al aislado estado comunista.
Esta estrategia diplomática, demuestra la firme voluntad rusa de hacerle frente a sus tensiones con Estados Unidos y el resto del bloque occidental, reflejando un marco de acción claro que permite prever el futuro de la pugna por poder e influencia entre estas potencias.