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Kenia envía 400 policías a Haití para combatir bandas criminales
- Un contingente de 400 policías kenianos llegó a Haití en pos de contrarrestar la violencia que ha azotado a este último durante años.
Esta misión internacional, aprobada por las Naciones Unidas en octubre de 2023, tiene como objetivo ayudar a la policía haitiana a enfrentar las pandillas que han sembrado el pánico en la nación. Con el respaldo de Estados Unidos, que ha prometido más de 300 millones de dólares para la misión, los kenianos son los primeros en llegar de un total prometido de 1,000 agentes.
Desde el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en julio de 2021, las pandillas han ganado un control alarmante de hasta el 80% de la capital, exacerbando la violencia y el desplazamiento de más de medio millón de personas. Sin embargo, recientemente la Policía Nacional de Haití logró recuperar el control del Hospital Universitario Estatal de Haití, consagrando un éxito en la lucha contra las bandas criminales.
La misión está respaldada por la Resolución 2699 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se centra en restablecer la seguridad y facilitar la organización de elecciones libres y fiables en Haití.
El comandante keniano Godfrey Otunge, líder de la fuerza policial multinacional, subrayó la importancia de esta misión afirmando "No hay margen para el fracaso en la ejecución de nuestro mandato", enfatizando su compromiso a trabajar estrechamente con las autoridades haitianas y socios internacionales para crear un entorno seguro, estable y propicio para elecciones democráticas.
El jefe de la policía haitiana, Normil Rameau, destacó que la misión no solo busca recuperar territorios controlados por pandillas, sino también restablecer la presencia policial en regiones abandonadas y ayudar a los desplazados a regresar a sus hogares. "Nuestra misión es garantizar el restablecimiento de la paz en Haití. Para ello, estamos dispuestos a trabajar junto con las autoridades locales e internacionales que se comprometen a trabajar por el nuevo Haití", declaró Rameau.
Sin embargo, la intervención keniana no está exenta de controversias. En Kenia, la policía ha enfrentado críticas por violaciones de derechos humanos, lo que ha generado dudas sobre la efectividad y ética de su despliegue en Haití. Más aún, la propia historia de intervenciones extranjeras en Haití, caracterizada por abusos y violencia, añade otra capa de escepticismo entre la población haitiana.
El primer ministro haitiano, Garry Conille, reconoció esta dualidad entre escepticismo y esperanza. "La historia de intervención extranjera en nuestro país es una mezcla que ha incluido violaciones de los derechos humanos y una falta de respeto por la soberanía y la cultura local", afirmó Conille en una reciente declaración al Consejo de Seguridad de la ONU.
A pesar de estos desafíos, la misión continúa avanzando. Además de los policías kenianos, se espera la llegada de fuerzas adicionales de países como Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benín, Chad y Jamaica, con un total de 2,500 elementos planificados.
La llegada de los policías kenianos y el apoyo de la comunidad internacional ofrecen una nueva esperanza para Haití, un país que ha sido asediado por la violencia y la inestabilidad durante demasiado tiempo. La colaboración entre las fuerzas kenianas y haitianas, junto con el apoyo de socios internacionales, podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra las pandillas y la restauración de la paz en el país caribeño.