El presidente de Kenia destituye a todo su gabinete

En respuesta a las recientes protestas mortales ante la introducción de un controvertido proyecto de ley fiscal, Ruto anuncia su decisión explicando que nace como una "reflexión profunda, escuchar a los kenianos y una evaluación integral de mi gabinete", prometiendo consultar con diversos sectores y formaciones políticas el futuro establecimiento de un nuevo gobierno de base amplia.

Las protestas, lideradas en gran parte por jóvenes kenianos de la generación Z, han puesto a la administración de Ruto en la crisis más grave de su presidencia. Las manifestaciones comenzaron en respuesta a los aumentos de impuestos propuestos, que tenían como objetivo reducir las deudas del país, pero rápidamente se transformaron en una campaña más amplia contra la administración de Ruto. La violencia resultante dejó más de 30 muertos y el Parlamento parcialmente en llamas después de que los manifestantes irrumpieran en el edificio.

Ruto ha señalado que su decisión de destituir al gabinete es un paso audaz para abordar la ineficiencia del gobierno y planea desarrollar "programas radicales" para lidiar con la carga de deuda del país, aumentar las oportunidades de empleo, eliminar el despilfarro gubernamental y combatir la corrupción, siendo que la deuda pública de Kenia asciende a unos 10 billones de chelines, aproximadamente el 70% del PIB del país.

La medida de destitución completa del gabinete, excluyendo al vicepresidente Rigathi Gachagua y al primer secretario del gabinete y ministro de Relaciones Exteriores, Musalia Mudavadi, quienes legalmente no pueden ser despedidos, es la primera de este tipo bajo la nueva constitución de Kenia.

A pesar de que las grandes protestas callejeras han disminuido, la ira contra el gobierno persiste y se prevén más manifestaciones. Analistas advierten que Ruto debe actuar rápidamente para nombrar un nuevo gabinete que pueda rendir cuentas y abordar los grandes problemas relacionados con la corrupción y la ineficiencia administrativa. La presión también se impone desde organismos como el Fondo Monetario Internacional, que demandan recortes de déficits mientras la población sufre el aumento del costo de vida.