Cinco días de luto en Irán: la muerte de Ebrahim Raisi

En un momento de gran tensión en la región de Asia Occidental, en medio de la guerra en Gaza y a semanas del lanzamiento de un ataque de misiles contra Israel, tras un infortunio accidente de helicóptero, el 19 de mayo se confirmó la muerte de Ebrahim Raisi, político conservador y presidente de Irán.

Ebrahim Raisi: elemento clave del régimen iraní

Ebrahim Raisi, el segundo funcionario más importante del país, por debajo del Ayatolá Ali Khamenei, llegó al poder en el año 2021 tras haber ganado una de las elecciones más cuestionadas de la época contemporánea en Oriente Próximo.

Los restos del helicóptero que llevaba el presidente del Irán, Ebrahim Raisi. Foto: El País

Raisi se convirtió en presidente después de una larga trayectoria en el sector judicial impulsada por el Ayatolá Khamenei. Durante años, se desempeñó como jefe judicial de Irán, haciéndose llamar “defensor de los Derechos Humanos”, cargo en el que fue acusado de haber sido parte del “Comité de la Muerte”, un grupo de cuatro jueces que ordenó la ejecución de más de 4,000 presos políticos como resultado de la guerra entre Irak e Irán de 1988.¹

Como presidente, el mandato de Ebrahim Raisi se caracterizó por dominar en una época difícil para un Irán que se enfrentaba a diversos desafíos, entre ellos; una crisis económica, crecientes tensiones regionales y un incierto porvenir sobre la reactivación de un acuerdo nuclear con el Organismo Internacional de la Energía Atómica, y las potencias mundiales.

La implementación de políticas conservadoras y una constante intensificación de la represión contra activistas, así como a la oposición del régimen, fueron uno de los tantos fenómenos por los que se caracterizó el mandato de Raisi, lo anterior, sin mencionar su involucramiento en la guerra en Gaza.

No obstante, a pesar de haber sido calificado como ultraconservador y responsable de crímenes contra la humanidad, Ebrahim Raisi, quien tenía profundas conexiones con el clérigo iraní, parecía configurar como uno de los favoritos y posible sucesor de Ali Khamenei, líder supremo de la República Islámica de Irán.

Guerra en Gaza: el porvenir de Irán e Israel

La participación de Irán en la guerra en Gaza, no solo ha puesto en juego la estabilidad de Asia Occidental, sino que ha ido redefiniendo la configuración del equilibrio de poder, en un momento en donde perdura una incertidumbre geopolítica.

Sus estrechas relaciones con milicias como lo son el caso de Hamas en la región de Franja de Gaza y Hezbollah, en el sur del Líbano, se remontan desde finales de la Revolución Islámica, bajo un sentimiento de simpatización religioso y de defensa de la comunidad chiita ante aversiones por parte del gobierno hebreo, que al día de hoy, se han traducido a un sólido apoyo iraní como participes de diversos ataques en contra del Estado de Israel, destacando el último lanzamiento sin precedente de más de 300 misiles y drones interceptados por las defensas aéreas israelitas en apoyo de los Estados Unidos, Reino Unido y Jordania.

La simpatización y apoyo de Irán, se han transformado en una creciente intensificación de la situación en la región y, sobre todo, de las ya fragmentadas relaciones con Israel desde finales de la década de los 90.

Tras la muerte del presidente de Irán, diligentes de Hamas y Hezbollah, lamentaron el fallecimiento de Ebrahim Raisi, resaltando el papel que ha jugado el legado de Raisi como apoyo a la lucha palestina y como “protector de los movimientos de resistencia”. Por otro lado, entre las condolencias de diversos países como lo fueron Rusia, China y Siria, se destacó el sentido de alianzas y la sólida cooperación que ha tenido Irán con dichos Estados.

Por otro lado, enterado de la desaparición de Raisi, Joe Biden, no ha emitido algún comunicado al respecto, dada la frágil relación entre ambos Estados desde la llegada de Ebrahim R. al poder, y la adopción de una postura más cerrada en cuanto a sus negociaciones con Estados Unidos. El conflicto en curso en Gaza, tan solo ha complicado la relación entre ambas naciones.

Con el reciente infortunio, las negociaciones entre Irán y Estados Unidos, pudieran tener un punto de flexión, con apertura al diálogo, sin embargo, el rumbo que tomen ambos países, así como el curso de la política exterior de Irán, se definirán ante la llegada del siguiente sucesor, ya que por otro lado, la reciente muerte del presidente de Irán, pareciera indicar que los esfuerzos para mantener la paz, podrían estar en peligro, dado la importancia de Irán en la geopolítica del Medio Oriente, el balance de poder y sus sólidas relaciones con Hamas y Hezbollah.

La selección del sucesor de Raisi, será un indicador clave del futuro de Irán y el rumbo que tomará, sobre todo en sus relaciones con Israel, los Estados Unidos y demás actores regionales clave de la política regional e internacional, sobre todo, con enfoque en el actual conflicto en Gaza.

Al momento, Irán ha declarado que seguirá operando sin ninguna disrupción, lamentando el fallecimiento de su presidente, y con un ya seleccionado gobierno interino a cargo del vicepresidente Mohammad Mokhber.

En los siguientes 50 días, de acuerdo con la constitución iraní, los tres poderes de la nación deberán llevar a cabo una elección presidencial que permita a la República Islámica de Irán, contar con la fortaleza para hacer frente a la crisis por la que está pasando la región, en un contexto crítico para el balance de poder, en Asia Occidental.