Opinión
Luis Salgado
RCEP: El tratado que podría expulsar a Estados Unidos de Asia/Pacífico
- El 15 de noviembre se consolidó el mayor tratado de libre comercio de la historia.
Las negociaciones que terminarían en la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés) duraron casi una década. Sin embargo, y a través de una ceremonia virtual en Hanoi, el pasado 15 de noviembre se consolidó por fin el mayor tratado de libre comercio de la historia. Se trata de un evento para nada insignificante, puesto que los 15 miembros del RCEP constituyen cerca de un tercio del PIB mundial. Aunado a ello, el acuerdo posee cierta carga simbólica debido al contexto mundial de crisis en el que se presenta.
Curiosamente, las opiniones con respecto al tratado se encuentran fuertemente polarizadas. Hay quienes señalan que se trata de un acuerdo carente de ambición y, por ende, de vigor. Otros, son menos severos en los apartados del tratado y aseguran que es en realidad un acierto. Esto debido a que se trata de un primer paso hacia un nuevo orden regional donde China lidere sin restricción alguna la región de Asia/Pacífico.
Ciertamente, el acuerdo inyecta un aire de libertad comercial en la región, cuya inercia podría desembocar en acuerdo más robustos. Además, no puede negarse el mérito que posee el RCEP en “unir” en un solo ente los varios acuerdos bilaterales existentes entre los miembros de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático por sus siglas en inglés), así como el hecho de reunir en un mismo acuerdo a China, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia.
A la lista pudo haberse sumado India, quien estuvo presente a lo largo de las negociaciones, pero que se retiró de las mismas el año pasado. Esto por cautela y respeto al poder industrial chino – ante el cual la economía india presenta un déficit comercial de aproximadamente $50 mil millones de dólares. El primer ministro de la India, Narendra Modi, aseveró que las negociaciones no reflejaban fielmente los principios iniciales del RCEP y que por ello retiraría a su Estado de las negociaciones.
Su salida asestó un duro golpe a las pretensiones del acuerdo – no solo hubiera sido la tercer mayor economía del RCEP, sino que es también uno de los Estados con la menor cantidad de tratados bilaterales. Con ello en mente, las delegaciones dejaron manifestada la invitación a India de reunirse en algún punto en el futuro. Aunque tal evento se prevé improbable dado los frentes de confrontación que mantienen Modri y Xi en diversos ámbitos, siendo el más mediático la disputa en la región de Cachemira.
RCEP y TPP sin Estados Unidos
Algo que no pasó desapercibido por los medios de comunicación, así como diversos académicos, fue el empalme existente entre el RCEP y el TPP (Acuerdo Transpacífico, por sus siglas en inglés). Con negociaciones en más de 20 mesas de trabajo, este tratado de libre comercio buscaba reducir los aranceles entre sus miembros en hasta un 90%, establecer un marco común de propiedad intelectual y estandarizar las condiciones laborales entre los signatarios.
Un gran impulsor del TPP, el cual ahora es conocido como CPTPP (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership) fue Estados Unidos, puesto que representaba una gran oportunidad para afianzar su presencia en la región, al igual que tener un homólogo del tratado que mantenía con la Unión Europea - TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership). Los gobiernos de Gerge W. Bush y Barack Obama velaron por que se concretara el acuerdo. Sin embargo, durante su campaña, Donald Trump prometió retirar a Estados Unidos del acuerdo y, tan pronto tomó posesión de la presidencia, firmó una orden ejecutiva para tal fin.
Si bien no existe consenso sobre si tal acción perjudicó la economía estadounidense, sí se toma como un hecho el que la salida precipitada del acuerdo cedió a China la oportunidad de aumentar su influencia en la región. Aunado a ello, los Estados asiáticos se encuentran en una encrucijada debido a que, en su afán de desarrollar sus cadenas de producción e industria, se sumergen en una fuerte dependencia hacia China.
China y el RCEP – Estrategia a largo a plazo
Los retractores del RCEP aseveran que un acuerdo con integrantes como Japón, Singapur y Corea del Sur debió de haber sido más profundo en materia arancelaria y comercial. Afirman que las reducciones cercanas al 80% no son del todo convincentes cuando tienen por vigencia solamente 20 años. Además, países como China y Japón parecieran ser los grandes ganadores, puesto que, por ejemplo, este último logró mantener aranceles en productos catalogados como “políticamente sensibles”: arroz, trigo, res, puerco y azúcar.
China es, sin duda alguna, el mayor beneficiario del acuerdo: se trata de su primer acuerdo comercial multilateral, el cual no pudo haber llegado en mejor momento. Con un Estados Unidos alejado de la región y el cual mantiene una suerte de disputa comercial con el dragón asiático, China podrá incrementar la simbiosis económica en la región por la que ha apostado desde la década pasada. No en vano el bloque de la ASEAN se convirtió en el socio comercial mayoritario de China, superando a la Unión Europea – la cual mantuvo tal título por gran parte del nuevo milenio.
Modelos recientes por Peter Petri y Michael Plummer prevén que el RCEP genere ingresos económicos por más de $186,000,000,000 de dólares tan sólo en su primera década de existencia. No obstante, los jugadores pequeños de la región como Laos y Myanmar tienen un ojo pendiente de las negociaciones entre China, Japón y Corea del Sur. De concretar un acuerdo entre las 3 partes, Estados Unidos podría haber perdido su última oportunidad para garantizar su presencia en la región del sureste asiático y el pacífico. Con un presidente electo lleno de compromisos con el escenario internacional como lo son el Acuerdo de Paris y el Programa Nuclear de Irán, se vislumbra un escenario donde el abandono del so-called hegemón pueda convertirse en un error tan fatal como pocos lo han sido en la historia.