Cumbre de la Paz de Ucrania ¿Una posible conciliación?

Cada año de manera periódica, se celebra la Cumbre de la Paz, una conferencia mundial de alto nivel que nace bajo el yugo de la guerra entre Rusia y Ucrania, con el objetivo de generar acuerdos integrales que permitan alcanzar la paz y poner fin al conflicto.

Con 92 países partícipes y más de 50 jefes de Estado presentes en la cumbre de este año llevada a cabo en Suiza el 15 y 16 de junio, se destacan varios elementos que redefinirán el curso de las relaciones internacionales, en un contexto en donde más que nunca, se necesita velar por la paz y seguridad internacional.

La ausencia de Moscú y la necesidad de entablar el diálogo

Entre los elementos más relevantes de la conferencia, destacó la ausencia de Moscú, la cual ya había sido anunciada como condición ante el rechazo del retiro de Ucrania en los territorios en disputa. La ausencia de Rusia en la Cumbre de la Paz, amenaza con un fragmento en cuestión de sentar las bases para llegar a un posible acuerdo de paz entre ambas naciones.

Rusia sigue rechazando escuchar llamadas colectivas y ser partícipe de procesos de diálogo y negociación, con una postura en pro del mantenimiento de la agresión en territorio ucraniano. Lograr la paz implica grandes esfuerzos por ambas partes del conflicto e incluso de sus aliados, por lo tanto, mientras Rusia no siga siendo elemento de la fórmula, no se verá un consolidado proceso de paz a mediano o incluso a largo plazo.

Ante esta premisa, Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania reiteró su esperanza de lograr “una paz justa lo antes posible” expresando la importancia de la cumbre como foro que alberga los procesos de paz acordados, y quien afirmó que se presentarán planes de acción y propuestas de paz a Rusia una vez estas sean acordadas por la comunidad internacional.

El rol de las alianzas

Las alianzas juegan un rol importante en el conflicto, pues más allá de representar los intereses afines con algunas naciones, pudieran ser elementos de contrapeso. En los últimos meses, la comunidad internacional ha sido testigo de como algunos Estados, han ido modificando su discurso con respecto al actual conflicto entre Rusia y Ucrania, un claro ejemplo es Brasil, quien a través de su portavoz y Jefe de Estado Luiz Inácio Lula da Silva, había reiterado la importancia de entablar negociaciones y dar respuesta a la disputa mediante la resolución pacífica de controversias.

No obstante, en esta ocasión, replicando la postura de Rusia, jefes de Estado miembros del grupo de los BRICS y aliados de Rusia, se ausentaron a la conferencia, como fue el caso del presidente brasileño, quien declinó asistir y en su lugar mandó a su Embajador designado en Berna. Sudáfrica e India enviaron demás representantes, mientras que China se rehusó a participar.

Por otro lado, 80 países acordaron que la integridad territorial de Ucrania es la base para alcanzar la paz, dentro de estas delegaciones destacaron en su mayoría Estados Occidentales aliados de Ucrania, contra una oposición de naciones quienes se negaron a firmar el documento para restablecer la paz, el cual afirma que “la Carta de las Naciones Unidas servirá como instrumento base para consolidar el respeto a la integridad territorial y la soberanía como mecanismos para lograr una paz global, justa y duradera en Ucrania”. Como parte de la oposición destacaron la India, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, los últimos dos, naciones quienes han consolidado en los últimos años, una fuerte relación política y económica con Moscú.

Seguridad y derechos humanos: la agenda de la Cumbre de la Paz

Como parte de la agenda de la conferencia, se retomaron algunos temas necesarios por atender para garantizar una mayor estabilidad en el sistema, por ello, no se dejó de discutir sobre el conflicto en Gaza y demás preocupaciones que han llamado la atención de la comunidad internacional, entre ellas, como punto principal, la restauración de la integridad territorial de Ucrania, seguida de demás puntos interesantes como el tránsito marítimo seguro y la facilitación de navegación comercial en el Mar Negro.

Entre los restantes elementos clave de la conferencia, destaca el abordamiento del tema de la reunificación de niños ucranianos ante una masiva violación en contra de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario, pues se estima que alrededor de 19,546 niños han sido deportados o desplazados a la fuerza. Ante esta situación se enfatizó la importancia de unir esfuerzos para que los niños vuelvan a Ucrania mediante el respeto del ejercicio del Derecho Internacional.

A su vez, durante la conferencia se discutió la importancia de velar por la seguridad alimentaria ante la crisis que se esta presenciando en Ucrania por la falta de suministros alimenticios que ha afectado principalmente al Sur Global, y por otro lado, el intercambio de prisioneros de guerra, uno de los tantos deberes por el cual se necesita velar en términos de guerra.

Por último, uno de los puntos más relevantes de la agenda, fue el tema de la seguridad y proscripción de armamento nuclear, el cual representa ser una amenaza latente para la estabilidad del sistema.

Sobre este punto, llamó la atención la falta de apoyo en la declaración final, la cual aborda los puntos anteriormente mencionados y, con mayor énfasis, en la seguridad nuclear.

Cabe destacar que hay puntos en los que varios Estados están de acuerdo, como lo es el uso seguro de energía nuclear con enfoque medioambiental, resaltando la importancia de que el armamento nuclear representa ser una amenaza para el status quo. En el comunicado se enfatizó la importancia de que Ucrania tenga pleno control de la central nuclear de Zaporizhia la cual ha sido calificada por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) como un elemento desestabilizador mientras sigo bajo control de las fuerzas rusas.

No obstante, si bien el documento fue susscrito por más de 80 países, entre ellos la mayoría de Estados de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón y algunos países de America Latina como Argentina, Chile y Ecuador, llamó la atención el rechazo de 13 países quienes en gran parte son socios comerciales de Rusia y en algunos casos economías emergentes, como lo fue el caso de México, país que ha reiterado su compromiso en pro de los principios fundamentales de la Carta de Naciones Unidas, por la paz y por el respeto al Derecho y Seguridad Internacional, pero quien por esta ocasión demostró nuevamente tener una política exterior heterogénea.

La Cumbre de la Paz es una iniciativa con grandes prospectos que atienden la lucha por el mantenimiento de la paz en un contexto de emergentes conflictos y elementos que amenazan con irrumpir la estabilidad del sistema, sin embargo como se resaltó en el presente artículo, el primer paso para sentar las bases de un proyecto de paz, es la resolución pacífica de controversias mediante una negociación entre las partes del conflicto. En el marco del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, mientras se siga dejando a Rusia fuera de la ecuación, difícilmente se restaurará la paz en la región.