Análisis
Renata Venero
República Democrática del Congo: violencia sexual como arma perpetua
- La República Democrática del Congo fue considerada por la Representante Especial de la ONU para la Violencia Sexual en los Conflictos, Margot Wallström, como la capital mundial de la violación en 2010.
La República Democrática del Congo (RDC) fue considerada en 2010, por la Representante Especial de la ONU para la Violencia Sexual en los Conflictos, Margot Wallström, como la capital mundial de la violación, puesto que, en sus conflictos armados se ha utilizado esto como un arma de guerra y de control (Nanivazo, 2015).
Es un lugar que, desde su independencia colonial, ha estado marcado por una constante de crisis humanitarias, desplazamientos y conflictos internos, que aumentan de forma considerable las posibilidades de que las personas más vulnerables puedan sufrir abusos hacia sus derechos humanos, su físico y su integridad humana.
A pesar del acuerdo de paz en 2002, en la República Democrática del Congo se siguen perpetuando estos actos de violencia donde las mujeres, niñas y niños son los más afectados. Hasta la fecha la crisis territorial en la RDC ha hecho que la vida de estas personas sea más precaria. Por tal motivo, en el presente texto se abordará esta problemática que afecta y aterroriza a toda la población de la RDC.
Principalmente, con la intención de conocer de fondo las situaciones que dieron inicio a la violación de muchas personas perpetuadas en el territorio, es necesario realizar un breve recuento histórico de los acotamientos en la República Democrática del Congo para logar entender el contexto en el que se desarrolló dicho problema.
En 1960, el territorio de la actual República Democrática del Congo, el Congo Belga alcanzó la independencia, para, después, transformarse en el Zaire bajo la dictadura de Mobutu Sese Seko. Durante el gobierno de Mobutu el país se vio sometido a un gobierno autoritario, violento y cleptócrata, que arruinó la estabilidad política, económica, social y territorial del país, afectando principalmente a la población (Scaramutti, 2014, p.3).
Más adelante, la caída de Mobutu Sese Seko provocó, en 1996, el inicio de una guerra civil, conocida como la Primera Guerra del Congo, que duró dos años. Este enfrentamiento se transformó en un conflicto continental, conocido como la Segunda Guerra del Congo o Gran Guerra Africana (Royo Aspa, 2016).
Esta disputa es considerada de carácter continental puesto que estuvieron involucrados más de siete países de África, como Angola, Chad, Namibia, Zimbabue, Libia, Uganda, Ruanda, Burundi y la República Democrática del Congo, así como grupos armados y milicias con intereses propios (Scaramutti, 2014, p.3).
Adicionalmente, la Gran Guerra Africana, ha sido considerada como una de las peores desgracias que ha sucedido en el continente, dejando un saldo de cerca de cinco millones de muertos, 3.4 millones de refugiados, así como, una cifra incontable de crímenes de guerra y violaciones masivas (ACNUR, 2021).
Después de cuatro años de disputas, en 2002, las fuerzas de paz de las Naciones Unidas intervinieron en el conflicto con la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo y se logro la firma del Acuerdo Global e Inclusivo de Pretoria, el cual le dio fin al conflicto y el comienzo de la instauración de un sistema democrático en la RDC (Royo Aspa, 2016).
En el periodo de la Segunda Guerra del Congo, mencionada anteriormente, se utilizo la violencia, principalmente la violencia sexual, como arma de guerra masiva, para sembrar miedo y control en las comunidades donde las milicias y grupos armados pasaban.
Aunado a lo anterior, se conoce que la violencia sexual es
Una de las armas de guerra más utilizadas en los conflictos armados, no sólo como medio de sometimiento, sino, también como instrumento de terror colectivo que hace que esté presente un elevado número de situaciones de violencia armada y política posterior al periodo de guerras (Scaramutti, 2014, p.5).
Además, esta táctica también es utilizada como un modo de humillación y degradación al enemigo. Por lo que, pone en manifiesto que las víctimas de estas violaciones masivas pudieron haber sido mujeres, niñas, niños y hombres, ya que su fin, es sistematizar el miedo en sus enemigos, ya sea, este último, la población civil, diferentes etnias o miembros de las guerrillas contrarias.
Cabe señalar que, la violencia sexual como arma en tiempos de guerra no es un fenómeno nuevo, es tan viejo como la guerra misma. Las violaciones masivas han sido utilizadas en múltiples conflictos armados, como en Ruanda (1994), Kosovo (1998-1999), Sierra Leona (1991-2002), Bosnia y Herzegovina (1992-1995), por mencionar algunos. No obstante, el caso de la RDC tuvo mayor impacto internacional por la magnitud y la naturaleza de los delitos cometidos (Nanivazo, 2015).
Mathilde Muhindo, fue una de las primeras activistas en darle voz a los crímenes ocurridos en la segunda guerra en la RDC, así como, de tomar valor para denunciar los abusos cometidos con la población civil. Mathilde Muhindo habló sobre cómo combatientes ruandeses y burundeses, implicados en la contienda de la Gran Guerra Africana, estaban utilizando la violación como arma de guerra (Deiros Bronte, 2020, p.6).
Muhindo describió el fenómeno como:
Fue a partir de 1998. Nuestros agentes del centro Olame de la iglesia católica congoleña que recorrían Kivu Sur empezaron a encontrarse con pueblos de los que toda la población había huido. Al llegar, poco a poco, mujeres y niñas empezaban a salir de los bosques. Prácticamente todas habían sido violadas. Aquello no podía ser una casualidad: esas agresiones se utilizaban para destruir física y psicológicamente a las mujeres y, a través de ellas, a las familias y a las comunidades
Muhindo en Deiros Bronte, 2020, p. 6
Por mucho tiempo estas atrocidades se volvieron más frecuentes e intensas, no obstante, la Comunidad Internacional desconocía la existencia de crímenes contra la población. Fue hasta el 2002, con la entrada de las misiones de paz por Naciones Unidas y de la ayuda humanitaria de organizaciones internacionales, que se conoció a nivel internacional las violaciones masivas (Deiros Bronte, 2020, p.6).
De igual manera, en el mismo año, Human Rights Watch (HRW) visibilizó la gran problemática por medio de su informe Una guerra dentro de la guerra, en el que se describía la realidad. Por mencionar alguna de las cosas que se plantean en su informe. HRW hace referencia a los casos de soldados y combatientes que violaron y abusaron de, principalmente, mujeres y niñas como parte de su esfuerzo por mantener el control sobre los civiles y de los territorios (Human Rights Watch, 2002, p.23).
En octubre de 2004, Amnistía Internacional estimó que se produjeron cerca de 40 mil casos de violaciones sexuales en los últimos seis años, desde 1998, la mayoría de ellas en el sur de Kivu (Amnistía Internacional, 2004). A pesar de, tener conocimiento sobre los brutales crímenes cometidos en la RDC, no existe una estimación total de lo ocurrido, porque muchos de los casos no fueron denunciados por las víctimas por miedo. Lo que significa que las cifras obtenidas en los años posteriores al conflicto se pueden duplicar o hasta triplicar.
Por desgracia, en la República Democrática del Congo, durante las hostilidades y posterior a ellas, las víctimas de violencia sexual, después de haber sido víctima de estos actos inhumanos, son revictimizadas y condenadas por la sociedad. A menudo, no sólo sufren secuelas físicas y psicológicas, sino también, pagan un alto precio para no ser condenadas por sus comunidades (CICR, 2018).
En particular, las victimas sufren el rechazo de sus propias familias y de los miembros de su comunidad, son alejadas a participar de actividades sociales e incluso expulsadas de sus hogares. Por tal razón, las víctimas de violación sexual temen hablar de sus casos, pedir ayuda y denunciar a su agresor (Scaramutti, 2014, p.4).
En la actualidad, a pesar de todos los intentos por mejorar las condiciones en la RDC y buscar la estabilidad en el territorio, las tensas relaciones de los grupos armado, así como, la impunidad y un débil Estado de Derecho, han provocado que la situación de conflicto y de violencia permanezcan en el territorio y se siga produciendo graves violencias a los derechos humanos.
En el periodo posterior a la guerra, el número de víctimas por violación sexual siguió aumentando considerablemente. En 2014, Médicos Sin Fronteras informó que los casos de violencia sexual se han mantenido y generalizado en el país, teniendo un incremento contante y significativo (Médicos Sin Fronteras, 2021, p.11).
Desde entonces hasta 2020, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) documentó 1.053 casos de violencia sexual relacionada con el conflicto, que afectaron a 675 mujeres, 370 niñas, 3 hombres y 5 niños (Naciones Unidas, 2021).
Por otro lado, se señaló que la violencia sexual en la RDC no sólo está vinculada al conflicto armado, sino que, además, todos los días, mujeres, niñas, hombres y niños son agredidos sexualmente por personas que no participan directamente en las hostilidades, incluso en zonas secundarias de conflicto, y esto sigue siendo un componente importante y a menudo pasado por alto del problema de la violencia sexual (Naciones Unidas, 2021).
Por último, lo anterior pone en manifiesto que la violación sexual como arma de guerra se sigue utilizando hasta la fecha y que dicha arma esta siendo utilizada por aquellos civiles que no están involucrados al conflicto. De igual manera, esto sucede porque existe una nula actuación de las autoridades para evitar más casos de violaciones sexuales, además de un alto nivel de impunidad e injusticia en los casos denunciados.
Fuentes
ACNUR. (13 de agosto de 2021). República Democrática del Congo: ACNUR gravemente preocupado por la violencia sexual sistemática en la provincia de Tanganica. ACNUR España Sitio Web. https://www.acnur.org/noticias/briefing/2021/8/611689854/republica-democratica-del-congo-acnur-gravemente-preocupado-por-la-violencia.html
Amnistía Internacional. (2004). República Democrática del Congo violación masiva: Tiempo de soluciones. Amnistía Internacional. 67. https://www.cear.es/wp-content/uploads/2013/10/R-D.-CONGO.-2013.-Situacion-de-ninos-y-ninas.pdf
CICR. (07 de agosto de 2018). Las mujeres en la Republica Democrática del Congo (RDC). Comité Internacional de la Cruz Roja sitio web. https://www.icrc.org/es/where-we-work/africa/republica-democratica-del-congo/mujeres
Deiros Bronte, Trinidad. (20 de enero de 2020). Violencia sexual en Congo: el estereotipo del «arma de guerra» y sus peligrosas consecuencias. 24. Instituto Español de Estudios Estratégicos. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_marco/2020/DIEEEM01_2020TRIDEI_Congo.pdf
Human Rights Watch. (junio 2002). La guerra dentro de la guerra: Violencia sexual contra mujeres y niñas en el este del Congo. 128. https://www.hrw.org/reports/2002/drc/Congo0602.pdf
Médicos Sin Fronteras. (15 de julio de 2021). Informe Violencia sexual en la República Democrática del Congo. 22. https://www.msf.org/sexual-violence-democratic-republic-congo
Médicos Sin Fronteras. (15 de julio de 2021). República Democrática del Congo: pedimos que la violencia sexual sea considerada una emergencia. Médicos Sin Fronteras Sitio web. https://www.msf.es/actualidad/republica-democratica-del-congo/republica-democratica-del-congo-pedimos-que-la-violencia
Naciones Unidas. (30 de marzo de 2021). Informe del Secretario General al Consejo de Seguridad (S/2021/312). https://www.un.org/sexualviolenceinconflict/countries/democratic-republic-of-the-congo/#:~:text=In%202020%2C%20the%20United%20Nations,dated%20back%20to%20previous%20years
Nanivazo, Malokele. (2015). Violencia sexual en la República Democrática del Congo. United Nations University. https://unu.edu/publications/articles/sexual-violence-in-the-democratic-republic-of-the-congo.html
Royo Aspa, Josep María. (13 noviembre de 2016). Los Orígenes del Conflicto en República Democrática del Congo. Africaye.org. https://www.africaye.org/origenes-conflicto-republica-democratica-congo/
Scaramutti, Mayra. (2014). República Democrática del Congo: Violencia sexual masculina como arma de guerra. Departamento África del IRI-UNLP. https://www.iri.edu.ar/images/Documentos/trabajo_alumnos/scaramutti_2014.pdf