Enciclopedia
Marco Olivera
¿Qué es el protocolo de Nagoya?
- El Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y la distribución justa y equitativa de los beneficios de su utilización del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
El Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y la distribución justa y equitativa de los beneficios de su utilización del Convenio sobre la Diversidad Biológica, también llamado como Protocolo de Nagoya sobre el acceso y la distribución de los beneficios (ABS), es un acuerdo global que implementa las obligaciones de acceso y participación en los beneficios del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y tiene como objetivo garantizar que los propietarios o guardianes de recursos genéticos reciban una “parte justa” de los beneficios que surgen de investigaciones realizadas con esos recursos.
Los posibles usuarios de recursos energéticos deberían obtener el consentimiento fundamentado previo del país en que se encuentra el recurso genético previo a acceder a este, y que negocien y acuerden los términos y condiciones del acceso y la utilización del recurso mediante el establecimiento de condiciones mutuamente acordadas.
Los recursos genéticos de plantas, animales y microorganismos son cada vez más valiosos en el desarrollo de enzimas especiales, genes mejorados o moléculas pequeñas. Estos se pueden usar en muchas áreas, incluida la protección de cultivos, el desarrollo de medicamentos, la producción de productos químicos especializados o en el procesamiento industrial.
La distribución justa y equitativa de estos beneficios es una prioridad para los países ricos en biodiversidad y la comunidad internacional.
El Protocolo de Nagoya (The Nagoya Protocol, en inglés) fue adoptado en la ciudad japonesa de Nagoya el 29 de octubre de 2010 y entró en vigor el 12 de octubre de 2014. Este ha sido firmado y ratificado por más de 120 países. Estados Unidos, Canadá y Rusia no son signatarios del Protocolo.
El protocolo estable un marco para que los investigadores accedan a los recursos genéticos.
Foto: Julia Koblitz
Aplicación del Protocolo de Nagoya en los recursos genéticos y sobre su participación justa y equitativa
El protocolo se aplica a los recursos genéticos, los conocimientos tradicionales asociados a los recursos genéticos; y los beneficios derivados de la utilización de tales recursos genéticos y conocimientos tradicionales asociados. También se aplica a cualquier investigación o colección de organismos que almacene vida de organismos.
Abarca disciplinas de investigación indirectamente vinculadas a las biociencias, como las ciencias de la tierra o del clima y las ciencias arqueológicas (arqueobotánica, arqueozoología y arqueología), y podría aplicarse si estas muestras se utilizan para la secuenciación, por ejemplo, para el ADN antiguo. No se aplica a los recursos genéticos cubiertos por acuerdos especializados de acceso y participación que se deriven de su utilización, como el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, o el Marco para la Preparación ante Pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cabe resaltar que es un acuerdo complementario al Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas. Los derechos soberanos de los países sobre sus recursos genéticos están reconocidos en el CDB; y el Protocolo tiene como objetivo brindar una implementación práctica de los principios establecidos por el CDB y aclarar las partes del CDB sobre acceso y participación en los beneficios (ABS). El Protocolo se aplica sólo a los recursos genéticos a los que se accede después de la fecha de ratificación, no es retrospectivo.
Entre los objetivos del Protocolo está la conservación de la diversidad biológica.
Foto: Ben Mater
Objetivos del Protocolo de Nagoya
Los tres objetivos de la convención son:
- La distribución justa y equitativa en los beneficios que se deriven del uso de los recursos genéticos, y participación justa
El artículo 1 del Protocolo aborda la “distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos, incluido el acceso adecuado a los recursos genéticos y la transferencia adecuada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los derechos sobre esos recursos y tecnologías, y mediante la financiación apropiada, contribuyendo así a la conservación de la diversidad biológica y el uso sostenible de sus componentes”.
La conservación de la diversidad biológica
La utilización sostenible de sus componentes
Garantizar la participación y cumplimiento en los beneficios mediante la creación de incentivos para conservar y utilizar de manera sostenible dichos recursos genéticos y, por lo tanto, mejorar la contribución de la biodiversidad al desarrollo y el bienestar humano.
¿Cuáles son los beneficios?
El Protocolo de Nagoya establece un marco que ayuda a los investigadores a acceder a los recursos genéticos para la investigación biotecnológica, el desarrollo y otras actividades, a cambio de una parte justa de los beneficios derivados de su uso. Esto proporciona al sector de investigación y desarrollo la certeza que necesita para invertir en investigación basada en la biodiversidad.
Las comunidades indígenas y locales pueden recibir beneficios a través de un marco legal que respete el valor del conocimiento tradicional asociado con los recursos genéticos.
Los pueblos indígenas también se pueden beneficiar de las investigaciones de recursos genéticos.
Foto: Azzedine Rouichi
No obstante, hay países, como México, que carecen de un marco nacional regulatorio para el acceso a recursos genéticos y la participación de los beneficios (APB) derivados de estos.
Fuentes
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