Enciclopedia
Luis Adrián Salgado Figueroa
¿Qué es la huella de carbono?
- Conoce lo que está en riesgo y cómo calcular tu huella para reducir tu impacto en el planeta.
No se trata de un asunto menor, el planeta Tierra se encuentra en un proceso de calentamiento: sequías, incendios forestales y olas de calor son cada vez más frecuentes. Quizá corras con la suerte de no experimentarlas donde vives, pero sin duda alguna habrás oído hablar de este fenómeno a través de los medios de comunicación. Según los Centros Nacionales de Información Ambiental de Estados Unidos, el año 2020 fue el segundo más cálido registrado después de 2016, y siete de los años más cálidos de la Tierra ocurrieron después de 2014.
El aumento de la temperatura media mundial se debe al aumento de los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera terrestre. La atmósfera deja pasar la energía del sol, pero los gases de efecto invernadero absorben y atrapan la energía que la Tierra normalmente emitiría al espacio, lo que genera más energía y temperaturas más altas. El nivel de dióxido de carbono (co2) en la atmósfera se considera la perilla de control más grande del termostato de la Tierra, por lo que el concepto de "huella de carbono" se ha vuelto cada vez más importante en las conversaciones sobre el calentamiento global y el cambio climático.
¿Qué significa "huella de carbono"?
Nuestra huella de carbono es la cantidad total de carbono que todos emitimos colectivamente debido a todas las actividades humanas. Actualmente, el mundo produce emisiones de carbono equivalentes a unas nueve gigatoneladas (mil millones de toneladas) de dióxido de carbono cada año. Aproximadamente la mitad de estas emisiones son absorbidas por los océanos y la biosfera terrestre, dejando un exceso de aproximadamente cuatro gigatoneladas de dióxido de carbono para acumularse en la atmósfera.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Estados Unidos produjo alrededor de 6,600 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente en 2019. Si bien el promedio mundial de huella de carbono personal es de aproximadamente seis toneladas de dióxido de carbono por persona por año, Estados Unidos es el el tercero más alto del mundo con alrededor de 20 toneladas de dióxido de carbono por persona por año, detrás de Australia y Arabia Saudita, según la investigación de ciencias climáticas de la Universidad de Berkeley.
Los mayores contribuyentes a las emisiones de carbono en los Estados Unidos, así como en países industrializados de características similares, son:
- Transporte: 29%
- Generación de electricidad: 25%
- Actividades industriales: 23%
- Calefacción comercial y residencial: 13%
- Agricultura: 10%
La huella de carbono es un tema polémico debido a las implicaciones políticas y sociológicas.
¿Qué efecto tiene nuestra huella de carbono en el medio ambiente?
Como resultado de los gases de efecto invernadero emitidos durante las últimas décadas, se ha desencadenado una cascada de eventos climáticos que incluyen:
Suelos más secos: el calentamiento global no se produce por igual en toda el planeta Tierra debido a las diferencias en las capacidades caloríficas de la tierra y el agua. Las superficies de la tierra se calientan más rápido que las superficies del agua y, como resultado, los suelos están más secos de lo habitual. Esto afecta el crecimiento de la vegetación y también hace que los incendios forestales se propaguen más fácilmente, según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Calentamiento de las temperaturas oceánicas: si bien el océano puede retener más calor debajo de su superficie que la tierra, eventualmente llega a la superficie y da como resultado altas anomalías en la temperatura de la superficie del océano. Entre otros efectos, el aumento de la temperatura del mar es perjudicial para la gran mayoría de peces y puede provocar el blanqueamiento de los arrecifes de coral. Acciones cuyos efectos tienen un alcance global y que sin duda alguna pone presión sobre los recursos marinos.
Acidificación de los océanos: a medida que bombeamos más y más dióxido de carbono a la atmósfera, los océanos han ido absorbiendo este exceso, haciéndolos más ácidos. Esto tiene consecuencias directas en la salud de todas las especies marinas, pero especialmente en los arrecifes de coral, que no pueden construir sus esqueletos, así como en las almejas, los mejillones y el plancton marino, cuyas conchas protectoras no pueden formarse en condiciones ácidas.
Pérdida de reservas de hielo y aumento del nivel del mar: resultado de un efecto conocido como amplificación polar o amplificación ártica, el incremento de las temperaturas es desigual en las diferentes latitudes del planeta. Las latitudes septentrionales y el Polo Norte se están calentando más rápido que el resto del mundo y esto ha resultado en la disminución de la duración de la capa de nieve en tierra, así como en los volúmenes de hielo marino ártico y glaciares de montaña.
El derretimiento de las reservas de hielo junto con la expansión térmica de la parte superior del océano debido al calentamiento, ha resultado en un aumento continuo del nivel del mar según la NASA. Los niveles actuales del mar son alrededor de 18 centímetros más altos que los niveles registrados en 1900. Este incremento trae consigo un aumento del riesgo de inundación de las áreas costeras. Sobra decirlo, pero no debemos olvidar que dos tercios de la población mundial viven a menos de 100km de la costa. Por lo tanto, cualquier desastre natural a gran escala podría conducir a cambios permanentes en nuestras costas, perturbando los asentamientos y provocando grandes pérdidas económicas.
Actualmente, estamos aproximadamente 1.1 ° C por encima de los niveles de temperatura preindustriales y es probable que superemos el límite de 1.5 ° C que se estableció como meta en el Acuerdo Climático de París. Este tratado internacional sobre cambio climático, adoptado en 2015 por 196 países, fue el primer acuerdo vinculante que reunió a todas las naciones para combatir el cambio climático. Se espera que cada nación se comprometa con ambiciosos objetivos nacionales para reducir los gases de efecto invernadero y colabore internacionalmente para desarrollar la resiliencia para adaptarse al aumento de las temperaturas.
Fuentes
Sin fuentes.