Ir al contenido
[X]

Análisis

Christian M. Alonso

La Economía Social y Solidaria. Otras realidades son posibles

- La Economía Social y Solidaria intenta otorgar respuestas, soluciones y alternativas a los grandes problemas de desigualdad que imperan en la sociedad.

La Economía Social y Solidaria. Otras realidades son posibles

Muchos han sido los intentos para demostrar las ventajas del sistema económico actual. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 fungió como un detonante que ha servido para subrayar las desigualdades sociales y económicas existentes, pues mientras el umbral de la pobreza se acrecentaba en todo el mundo, del mismo lo hacía la riqueza de un limitado número de personas. Tan indignante situación ha traído a discusión la necesidad de la creación de modelos alternativos de consumo y desarrollo que opten por una mejor redistribución del capital. Tal es el caso de Economía Social y Solidaria (ESS), la cual parece ofrecer una respuesta alternativa a esta problemática.

¿Qué es la Economía Social y Solidaria?

En palabras simples, podríamos definirla como “otra visión de la economía”. Una que intenta otorgar respuestas, soluciones y alternativas a los grandes problemas de desigualdad que imperan en la sociedad por medio de valores universales como la fraternidad, la equidad y la solidaridad económica. Sin embargo, algunas Organizaciones Internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) intentan definirla como:

“Concepto que designa empresas y organizaciones, en particular cooperativas, sociedades de beneficio mutuo, asociaciones, fundaciones y empresas sociales, que tienen la característica específica de producir bienes, servicios y conocimientos mientras persiguiendo objetivos tanto económicos como sociales y fomentando la solidaridad”.

Dicha definición cae, definitivamente, en ambigüedad ya que reduce a la ESS en un “concepto” que tilda de académico, más allá de lo realmente es, un modelo funcional. Por lo cual, una definición más exacta es la otorgada por la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria (RIPESS), que indica que:

La economía social solidaria (ESS) es una alternativa al capitalismo y a sistemas económicos autoritarios controlados por el Estado. En la ESS, la gente común tiene un rol activo en determinar el curso de todas las dimensiones de la vida humana: económica, social, cultural, política y ambiental... En la ESS no se trata sólo de reducir la pobreza, sino también de superar las desigualdades, que abarcan todas las clases sociales”

La Economía Social y Solidaria va más allá de espectros políticos, pues hay detractores quienes argumentan que, al ser una alternativa al capitalismo, esta no debería utilizar las “innovaciones” que este modelo ha creado en “pro” de la humanidad. Sin embargo, “la ESS tiene la capacidad de utilizar las mejores prácticas del sistema presente (como la eficiencia, uso de la tecnología y conocimiento) y de canalizarlas hacia el beneficio de la comunidad” (RIPESS, s/a)

De este modo existen diversas organizaciones dentro de la Economía Social cuya lógica es “contribuir a asegurar la reproducción con calidad creciente de la vida de sus miembros y sus comunidades de perte­nencia o, por extensión, de toda la humanidad” (Coraggio, 2011), diferenciándose así de las empresas capitalistas enfocadas, en sí, en la acumulación de capital basadas en un modelo piramidal de distribución.

Estar organizaciones son:

  • Cooperativas productoras de bienes y servicios para el mercado en general, para mercados solidarios, o para el autoconsumo de sus miembros,
  • Prestación de servicios personales solidarios (cuidado de personas, cuidado del medio ambiente, recreación, terapéuticos, etc.)
  • Asociaciones de productores autónomos (artesanos, trabajadores de las artes, oficios, etc.) que venden juntos, generan sus propias marcas y diseños, compiten cooperativamente, etc.
  • Asociaciones culturales de encuentro co­munitario (barriales, de género o genera­cionales, étnicas, deportivas, etc.) y afir­mación de las identidades;
  • Redes de ayuda mutua, seguro social, atención de catástrofes locales, familiares o personales,
  • Sindicatos de trabajadores asalariados del Estado o del capital,
  • Espacios de encuentro de experiencias, de reflexión, sistematización y aprendizaje colectivo.

Un sistema decadente

¿Por qué se habla tanto de la decadencia del sistema actual? La respuesta es fácil, porque más de “treinta años de neoliberalismo han hecho evidente el carácter estructural de la cuestión social propia del capitalismo: la exclusión masiva del empleo, la erosión de los salarios y de los derechos sociales, la concentración ampliada de la riqueza, la liberación de un mercado globalizado feroz en sus castigos al que no puede competir, la expansión de un llamado sector informal que se fagocita a sí mismo por la competencia salvaje por la supervivencia”. (Coraggio, 2011).

Prueba de ello se encuentra en el Informe Sobre la Desigualdad Global 2022, publicado por el World Inequality Lab, cuyos resultados arrojan que “el 10% más rico de la población mundial recibe actualmente el 52% del ingreso mundial, mientras que la mitad más pobre de la población gana el 8,5%”, es decir una persona del 10% superior obtiene un ingreso anual de poco más de 100,000 dólares, mientras que una persona de la mitad más pobre percibe cerca de 3,900 dólares durante el mismo
periodo de tiempo.


Fuente: World Inequality Report 2022, WIL. Disponible en: https://wir2022.wid.world/www-site/uploads/2021/12/Summary\_WorldInequalityReport2022\_Spanish.pdf

“Las desigualdades mundiales de riqueza son incluso más pronunciadas que las desigualdades de ingresos. La mitad más pobre de la población mundial apenas posee el 2% del total de la riqueza. En contraste, el 10% más rico de la población mundial posee el 76% de toda la riqueza. En promedio, la mitad más pobre de la población cuenta con un patrimonio de 2 900 €PPA por adulto, es decir, 4 100 USD y el 10% superior es tiene un patrimonio de 550 900 € (o 771 300 USD) en promedio.”

World Inequality Lab, 2022.

Del mismo modo, la pandemia provocó un aumento sin precedentes en los umbrales de pobreza a nivel mundial. Según la CEPAL (2021), tan solo en el continente americano, “se estima que el total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior”. Y como si se tratase de una sátira, la pandemia incrementó al doble la fortuna de las diez personas más ricas del mundo.

“Los diez hombres más ricos del mundo más que duplicaron sus fortunas de $ 700 mil millones a $ 1,5 billones —a una tasa de $ 15,000 por segundo o $ 1,3 mil millones por día— durante los primeros dos años de una pandemia que ha visto caer los ingresos del 99 por ciento de la humanidad y más de 160 millones de personas más se ven obligadas a vivir en la pobreza.”

Oxfam, 2021

Construyendo futuros solidarios

La elaboración de alternativas al sistema actual ya no es solo un capricho académico, sino una necesidad real. Diversas investigaciones han comprobado que el papel de organizaciones de ESS, como las cooperativas, tienen un gran impacto que va desde la generación de empleos y bienestar humano, hasta grandes aportes al Producto Interno Bruto (PIB) de los países.

Algunos ejemplos claros son los ofrecidos por la Alianza Cooperativa regiona Co-operatives of the Americas:

  • En Paraguay, 783.000 personas o el 18% de la población son miembros de 1.047 cooperativas. Estos tienen un impacto directo en los medios de subsistencia de más de 6 millones de personas.

- En Canadá, cuatro de cada diez canadienses son miembros de al menos una cooperativa. En Quebec, aproximadamente el 70% de la población son miembros de cooperativas, mientras que en Saskatchewan el 56% son miembros (2012)

- En Uruguay, las cooperativas son responsables del 3% del PIB. Producen el 90% de la producción total de leche, el 340% de miel y el 30% de trigo. El 60% de la producción cooperativa se exporta a más de 40 países de todo el mundo (2011)

- En los Estados Unidos, 30.000 cooperativas proporcionan más de 2 millones de puestos de trabajo (2011)

- En Colombia, el movimiento cooperativo proporciona 137.888 puestos de trabajo a través del empleo directo y 559.118 puestos de trabajo adicionales como trabajadores propietarios en cooperativas de trabajadores, proporcionando el 3,65% de todos los puestos de trabajo en el país (2012)

- En Brasil, las cooperativas son responsables del 37,2% del PIB agrícola y del 5,4% del PIB mundial (2009)

- Los activos de las cooperativas financieras en El Salvador superan los 1.300 millones, representando el 9,3% del total del sistema financiero nacional (2010)

Las cooperativas en todo el mundo cuentan con cerca de 1.000 millones de socios y generan 100 millones de puestos de trabajo, un 20% más que las empresas multinacionales (2012)

- Las ventas de las 300 cooperativas más grandes del mundo suman $ 1,1 billones, una cantidad comparable al PIB de algunas de las principales economías nacionales

Así como los ejemplos enlistados, existen aún más casos de éxito alrededor del mundo. Lo que nos ayuda a comprender que, ante el abandono del sistema imperante, lo sociedad ha optado por nuevas formas de organización económica, las cuáles funcionan, y funcionan bien.

Consideraciones finales

A lo largo del presente artículo se han expuesto diversos datos que demuestran tácitamente, que el sistema actual se encuentra en decadencia. Que su esencia principal no es el bienestar social, sino la acumulación excesiva de capital para unos pocos. Sin embargo, a pesar de esto, debemos entender que este sistema se encuentra inmerso en cada una de las estructuras sociales, ya no solo en el ámbito económico, sino también en el tecnológico e, inclusive, en el ideológico.

Es la meritocracia la directriz de esta ideología sistemática, la cual crea las famosas narrativas que argumentan que la desigualdad es, en esencia, inherente a la condición humana en todas las sociedades a lo largo de la historia. Sin embargo, es necesario alejarse de ese factor ideológico, comenzar a discernir y cuestionar si el sistema es justo con cada uno de nosotros y, por más difícil que parezca, aceptar que existen formas alternativas de organización social que ponen el bienestar común por encima de la acumulación de capital.

Fuentes

    Co-operatives in the Americas. Disponible en: https://www.aciamericas.coop/Facts-figures-4472

    Coraggio, José Luis. Economía social y solidaria. El trabajo antes que el capital. Disponible en: https://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para%20descargar/economiasocial.pdf

    Organización Internacional del Trabajo. Economía social y solidaria (en inglés). Disponible en: https://www.ilo.org/global/topics/cooperatives/projects/WCMS_546299/lang–en/index.htm

    Oxfam International. Ten richest men double their fortunes in pandemic while incomes of 99 percent of humanity fall. Disponible en: https://www.oxfam.org/en/press-releases/ten-richest-men-double-their-fortunes-pandemic-while-incomes-99-percent-humanity

    Piketty, Thomas. Capital and Ideology, 2020, Harvard University, Londres.


El mejor contenido en tu bandeja de entrada

Únete a nuestro boletín con lo mejor de CEMERI

Artículos relacionados

M., Christian. “La Economía Social y Solidaria. Otras realidades son posibles.” CEMERI, 13 sept. 2022, https://cemeri.org/art/a-economia-social-y-solidaria-ev.