El nuevo corredor aéreo de Israel y qué significa para Asia Occidental

El 13 de agosto se anunció que Israel y los Emiratos Árabes Unidos firmarían un acuerdo de paz, así Abu Dabi se convertía en la tercera nación árabe en llegar a un acuerdo oficial con Israel desde Egipto (1978) y Jordania (1994). Las reacciones no se hicieron esperar, los Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU celebraron el acuerdo, la Liga Árabe dio una fría y silenciosa aprobación e Irán acusó de una “traición a los palestinos y al Islam”.

Las siguientes semanas revelaron que ambos países están listos para cimentar sus vínculos políticos y comerciales: Colaboración académica [1], científica [2] y económica [3]. Pero el evento más remarcable y que representa un gran avance estratégico para Israel ha sido el corredor aéreo a través de la Península arábiga, el cual permaneció vetado durante más de siete décadas.

El 01 de septiembre el vuelo 971 de la aerolínea nacional de Israel El Al sobrevoló Arabia Saudita en su primer viaje directo entre Tel Aviv y Abu Dabi en un evento altamente publicitado por los medios de comunicación. A bordo una delegación israelí-estadounidense incluyendo a muchos periodistas, dieron cobertura al primer vuelo entre ambos países.

Ya existía un antecedente cuando el 22 de marzo de 2018, el vuelo 139 de Air India atravesó el espacio aéreo saudita en su ruta entre Nueva Delhi y Tel Aviv, siendo la primera vez que un avión con destino a Israel sobrevolaba la península arábiga. Esto fue un indicio más del acercamiento entre Israel y los Estados árabes del Golfo Pérsico, pero no hubo más acontecimientos hasta el de hace unas semanas.

Ahora tanto Arabia Saudita como Baréin [4] anunciaron que abrirán sus espacios aéreos a todos los países del mundo, una forma sutil de decir “a Israel”.

El nuevo corredor aéreo sobre la península arábiga (Imagen pot Haaretz)

Anteriormente los vuelos entre Israel y Asia oriental debían sobrevolar el Mar Rojo hasta el Mar Arábigo aumentando así las horas de viaje, el combustible necesario y los costos de los boletos. Ahora, la nueva ruta sobre la Península acortará los vuelos hasta en 3 horas.

Las nuevas oportunidades comerciales y la próxima firma del tratado de paz israelí-emiratí el 15 de septiembre son solo la punta del iceberg de un fenómeno más profundo y que definirá el futuro geopolítico de la región; el abierto acercamiento entre Israel y los Estados árabes del Golfo para contrarrestar la influencia de Irán.

La desestabilización de la región tras la Primavera Árabe dio oportunidad a Irán de extender su área de influencia a lo largo de la creciente fértil y en el sur de la Península arábiga. Grupos como el Hezbolá en el Líbano y los Hutíes en Yemen, lograron controlar vastos territorios en ambos países, volviéndose aún más influyentes que los mismos Estados donde se encuentran.

Los choques en la frontera norte de Israel y los ataques desde Yemen hacia Arabia Saudita han sido los eventos más significativos y de mayor alarma sobre la capacidad militar de los aliados de Irán. Las acciones bélicas desde este nuevo arco de influencia iraní-chiíta son percibidos por Israel y las naciones árabes sunitas como una amenaza directa hacia sus intereses o, incluso, existencial en el caso israelí.

La nueva geopolítica de la región

Las nuevas oportunidades comerciales y la próxima firma del tratado de paz israelí-emiratí el 15 de septiembre son solo la punta del iceberg de un fenómeno más profundo y que definirá el futuro geopolítico de la región; el abierto acercamiento entre Israel y los Estados árabes del Golfo para contrarrestar la influencia de Irán.

La desestabilización de la región tras la Primavera Árabe dio oportunidad a Irán de extender su área de influencia a lo largo de la creciente fértil y en el sur de la Península arábiga. Grupos como el Hezbolá en el Líbano y los Hutíes en Yemen, lograron controlar vastos territorios en ambos países, volviéndose aún más influyentes que los mismos Estados donde se encuentran. Los choques en la frontera norte de Israel y los ataques desde Yemen hacia Arabia Saudita han sido los eventos más significativos y de mayor alarma sobre la capacidad militar de los aliados de Irán. Las acciones bélicas desde este nuevo arco de influencia iraní-chiíta son percibidos por Israel y las naciones árabes sunitas como una amenaza directa hacia sus intereses o, incluso, existencial en el caso israelí.

El "arco" de influencia iraní. (Imagen por Deutsche Welle)

Con esto, comenzó a surgir una cooperación árabe-israelí principalmente en sectores de inteligencia e intercambio de información. Israel representa el mejor aliado para enfrentar esta nueva dinámica geopolítica, con uno de los ejércitos mejor entrenados del mundo y un vasto sector de inteligencia que ya ha tenido experiencia al enfrentar el avance iraní en la región.

Esto ha sido a costa de la cuestión palestina ya que, si bien la posición de la mayoría de los Estados árabes es de no reconocer a Israel hasta la creación de un Estado palestino, el reciente rechazo de la Liga Árabe de una resolución palestina condenando el acuerdo de paz israelí-emiratí da un mensaje importante: La causa palestina ha quedado relegada a un segundo plano.

Cada vez y de manera más abierta los países árabes se acercan de manera pública a Israel Baréin ha anunciado que firmará la paz con Israel junto con los EAU y hay rumores de que Omán o Sudán reconocerán a Israel aunque aún es demasiado pronto como para hacer afirmaciones contundentes. La tendencia es clara, el mundo árabe tiene cuestiones más importantes que resolver como la estabilidad interna y la creciente influencia de los Estados no árabes en la región como Irán y Turquía.

Mientras continúan las preparaciones en Washington DC para la firma del tratado de paz tripartito, sería conveniente para el liderazgo palestino comenzar a replantear su estrategia diplomática ya que corren el riesgo de quedarse atrás mientras las naciones árabes avanzan sin ellos.