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Análisis

Oscar Raya

Paranoia y desinformación: la influencia de los medios de comunicación masiva y las «fake news»

- ¿Cuál es el impacto de las "fake news" a nivel social?

Paranoia y desinformación: la influencia de los medios de comunicación masiva y las «fake news»

El impacto que han tenido los medios de comunicación en la vida diaria moderna es bastante notable y difícil de negar. De hecho, varios estudios académicos aseguran que los medios de comunicación masiva y las redes sociales influyen en muchas esferas sociales, desde la política hasta la percepción de la violencia y normas de comportamiento “aceptables” (Arias, 2019, p. 561). Respecto a las “fake news”, estas podrían considerarse como un subproducto de los medios de comunicación masiva. Tal y como su nombre lo indica, las “fake news” son noticias que no son ciertas o son sacadas fuera de contexto, desinforman, y son difundidas en internet y en las redes sociales, tipo “Facebook”, “YouTube”, o el propio buscador de Google (UNAM, 2020, par. 1).

Organismos internacionales, véase la Unión Europea (UE), se toman muy enserio todos los peligros traídos por los medios de comunicación masiva, las “fake news” y la desinformación. De acuerdo con la Comisión Europea, las democracias, el sector salud, la seguridad nacional y el medio ambiente pueden verse severamente afectadas por las “fake news” y la desinformación, y, a raíz de lo anterior, son necesarias medias contundentes para combatirlas (2022, par. 2-3). En definitiva, es de suma importancia analizar con detenimiento la influencia y los impactos que tienen los medios de comunicación y las “fake news” en el mundo contemporáneo.

“¿Cómo percibo tal hecho?”: Los medios de comunicación masiva

Para Walter Lippmann, los medios de comunicación son una fuente primaria, aunque no única, de las imágenes y de las ficciones presentes en las mentes de las personas y con las que llegan a formar la famosa “opinión pública” (Rubio, 2009, p. 4). En otras palabras, los medios consisten en un mecanismo de influencia el cual asigna a cada una de las realidades percibidas por la sociedad una imagen mental, tipo estereotipo, imagen simbólica o narrativa, creando así una “opinión pública” sobre algún hecho particular (Rubio, 2009, p. 4-5). Por ejemplo, si un medio de información presenta el asesinato de una persona en manos de un policía como un accidente y no como algo trágico y frustrante, es probable que toda la opinión pública no se indigne por lo sucedido.

“La teoría de la agenda setting” se relaciona con lo argumentado de la opinión pública y la influencia de los medios de comunicación masiva. En dicha teoría se enfatiza el poder de los medios para atraer la atención hacia ciertos temas o problemas específicos y, al mismo tiempo, crear los marcos de interpretación de los acontecimientos sociales; los medios pueden definir la agenda pública (Rubio, 2009, p. 9). Si un problema social no recibe mucha atención por parte del gobierno o la población, los medios de comunicación masiva pueden hacer uso de su alta influencia para hacerlo relevante bajo la “teoría de la agenda setting”.

Si bien en cada caso depende la forma en que los medios de información son trasmitidos, la forma general en que estos definen la agenda pública es mediante la selección de las noticias más importantes para ellos, su extensión e insistencia para traerlos a colación día tras día (Rubio, 2009, p. 9). Otra esfera en que los medios de comunicación masiva tienen fuerte influencia es en la de los comportamientos de consumo.

Con los medios de comunicación masiva, muchas marcas y empresas difunden su respectiva información, mediante comerciales o anuncios llamativos, con el objetivo de conseguir un posicionamiento en las mentes del consumidor y el poder sobre sus acciones y decisiones de compra (Golovina, 2014, p. 193). Dependiendo del tipo que sea el medio de comunicación masiva, ciertas estrategias publicitarias o productos serán utilizados. Así, los mensajes difundidos por la radio tienen el lenguaje, estructura y productos diferentes de sus homólogos transmitidos en televisión o publicados en periódicos o internet (Golovina, 2014, p. 193-194).

Lo anterior ha provocado cambios importantes en los medios de comunicación masiva. Como ahora sirven a grandes empresas como herramienta para recolección de información sobre los consumidores, los medios deben utilizar estrategias más intrusivas con la audiencia, tipo foros, encuestas de opinión en redes sociales, creación de perfiles de usuarios, etcétera (Golovina, 2014, p. 196). Una esfera adicional que se ve influenciada por los medios de comunicación masiva son las normas sociales de comportamiento.

Las normas sociales son importantes porque delimitan los estándares de comportamiento aceptables de las personas, lo cual está basado principalmente en las creencias compartidas en una población en particular; tan importantes son, que las normas pueden controlar con efectividad la discriminación y violencia (Arias, 2019, p. 563). Gracias a ello, distintos gobiernos han buscado utilizar los medios de comunicación masiva para intentar influenciar dichas normas y conseguir cambios positivos en la sociedad.

Según un estudio realizado con ayuda de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), los medios de comunicación masiva, dada su naturaleza pública y amplia, tienen el poder de influir en las actitudes y en las normas sociales (Arias, 2019, 577). La evidencia de dicha investigación mostró que los medios de comunicación masiva consiguieron cambios positivos en la sociedad estudiada, como el rechazo a la violencia de género y más apoyo a la quedad de género (Arias, 2019, 577).

“¿Eso es real?”: Las “fake news”

Las “fake news”, conforme han pasado los años del siglo XXI, cada vez se han vuelto más peligrosas en todo el mundo, causando desconcierto en distintos gobiernos y, en respuesta, estos han lanzado investigaciones y nuevas legislaciones para combatir el problema (Tandoc, 2019, p. 1). Acontecimientos recientes importantes se han visto marcados por las “fake news”, tal como sucedió durante las elecciones presidenciales estadounidenses en 2016. Un estudio de la revista “NATURE” argumenta que, durante ese proceso electoral, las “fake news” y noticias con sesgo gigantesco son propagadas casi siempre por “bots” y son las que más escrutinio público generan, a comparación de las noticias de medios o partidos tradicionales (Bovet, 2019, p. 10-11).

Otra investigación, ahora a cargo de BuzzFeed, encontró que las 20 “fake news” más famosas de las elecciones de 2016 generaron más reacciones, comentarios y difusión en Facebook que las 20 noticias reales y verificables más famosas (Tandoc, 2019, p. 4). Hasta ahora, las “fake news” han mostrado tener más influencia y difusión popular que los medios tradicionales o verificables de información, no obstante, aún se desconoce el impacto de las noticias falsas sobre las personas.

Generan paranoia, desinformación y desconfianza. Según un estudio realizado por “MedLine” y “Virtual Health Library”, las “fake news” influyen demasiado en las personas al darles desinformación importante, tanto, que las hacen desconfiar de los gobiernos, investigadores, profesionales de la salud, ocasionando daños a la salud indirectos (Rocha et al., 2021, p. 8). Esa desconfianza y paranoia se materializa en afectaciones a la salud mental. Entre todos los males generados, los más importantes son depresión, pánico, miedo, fatiga, migraña, ansiedad y sobrecarga emocional (Rocha et al., 2021, p. 8). Los efectos de las “fake news” mencionados con anterioridad pueden que se queden solo en sentimientos o afectaciones a la salud mental, sin embargo, hay ocasiones donde las afectaciones de las “fake news” escalan demasiado.

En México, por culpa de una “fake news” movilizada por WhatsApp sobre supuestos secuestradores de menores, dos hombres inocentes fueron quemados vivos en el pueblo de Acatlán, Puebla (Martínez, 2018, par. 1-2). Y ese tipo de casos no sólo se limitan a México, sino que existen en todo el mundo. Muestra de ello es el caso donde 23 hombres lincharon a 8 hombres inocentes porque leyeron una “fake news” sobre una presunta red de tráfico infantil en las cercanías en WhatsApp (Martínez, 2019, par. 1).

Tal es el peligro de las “fake news”, que distintos gobiernos y organismos internacionales han intentado varios mecanismos para eliminarlas lo más pronto posible. Un ejemplo de ello ocurrió en el gobierno de Singapur bajo el acta POFMA en 2019 donde cualquier ministro de gobierno puede ordenar la baja de una noticia si la considera como “fake news” (Human Rights Watch, 2021, par. 4). Un ejemplo de acercamiento menos radical hacia el problema se puede encontrar con la estrategia digital encaminada por la UE.

Con el objetivo de salvaguardar la democracia europea, la UE creó el Observatorio Europeo de Medios Digitales en 2021 con el objetivo principal de combatir, mediante colaboraciones con medios de comunicación y expertos en alfabetización mediática, la desinformación traída por las “fake news” en internet (Colegio Oficial Ingenieros de Telecomunicación, 2022, par. 1-2). Aunque es necesario combatir las “fake news” para evitar catástrofes y daños en la salud mental, todas las acciones encaminadas a ello deben respetar las libertades y derechos humanos. La Declaración Conjunta Sobre La Independencia y La Diversidad de los Medios de Comunicación en la Era Digital, firmada en 2018, hace hincapié en ello, puesto que sancionar y prohibir las “fake news” es incompatible con los estándares internacionales de libertad de expresión (Comisión Nacional de los Derechos Humanos México, 2019, p. 25).

Conclusiones

La influencia que tienen los medios de comunicación masiva y las “fake news” sobre el mundo contemporáneo es clara. Respecto a los medios de comunicación, estos influyen en la definición de la agenda pública, la forma en que la población percibe un problema o asunto, los patrones de consumo y las normas sociales aceptables en una sociedad. En el caso de las “fake news”, estas son muy influyentes y compartidas por las personas, causan paranoia, desconfianza y problemas de salud mental en sus lectores, y pueden influir en sus acciones. Para combatir los efectos de las “fake news” es importante siempre recordar los derechos humanos y la libertad de expresión ya que, al intentar solucionar un problema, se puede crear otro no intencionado. Debido a esa alta influencia que ostentan los medios de comunicación masiva y las “fake news”, es imprescindible tomarlas con seriedad y elaborar políticas de regulación conscientes.

Fuentes

    Arias, E. (2019). How Does Media Influence Social Norms? Experimental Evidence on the Role of Common Knowledge. Political Science Research and Methods, 7, 561-578. Recuperado de: https://www.cambridge.org/core/services/aop-cambridge-core/content/view/23D65E06CAB2876B08F12E23CD5C0539/S2049847018000018a.pdf/how-does-media-influence-social-norms-experimental-evidence-on-the-role-of-common-knowledge.pdf

    Bovet, A. (2019). Influence of fake news in Twitter during the 2016 US presidential election. NATURE COMMUNICATIONS, 10, 1-14. Recuperado de: https://www.nature.com/articles/s41467-018-07761-2.pdf

    Colegio Oficial Ingenieros de Telecomunicación. (2022). La Comisión Europea crea un observatorio de Medios Digitales. Recuperado de: https://www.coit.es/noticias/la-comision-europea-crea-un-observatorio-de-medios-digitales#:~:text=El%20Observatorio%20Europeo%20de%20Medios,contra%20la%20desinformaci%C3%B3n%20en%20Internet.

    Comisión Europea. (2022). Tackling online disinformation. Recuperado de: https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/policies/online-disinformation

    Comisión Nacional de los Derechos Humanos México. (2019). Reporte sobre las campañas de desinformación, “noticias falsas (fake news)” y su impacto en el derecho a la libertad de expresión. Recuperado de: https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2019-11/Reporte-Noticias-Falsas-Impacto.pdf

    Golovina, N. (2014). La comunicación masiva y el comportamiento del consumidor. Revista Científica de Ciencias Humanas, 10, 190-198. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/709/70930408011.pdf

    Human Rights Watch. (2021). Singapore: “Fake News” Law Curtails Speech. Recuperado de: https://www.hrw.org/news/2021/01/13/singapore-fake-news-law-curtails-speech

    Martínez, A. (3 de julio de 2019). Los rumores de WhatsApp que acaban en linchamientos de inocentes en India. EL PAÍS. Recuperado de: https://elpais.com/internacional/2018/07/03/actualidad/1530626284_146875.html

    Martínez, M. (12 de noviembre de 2018). “Fake news” en México: cómo un mensaje de WhatsApp llevó a un pequeño pueblo a quemar vivos a dos hombres inocentes. BBC NEWS. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46178633

    Rocha et al. (2021). The impact of fake news on social media and its influence on health during the COVID-19 pandemic: a systematic review. Journal of Public Health: From Theory to Practice, 1, 1-10. Recuperado de: https://link.springer.com/article/10.1007/s10389-021-01658-z

    Rubio, J. (2009). Opinión pública y medios de comunicación: Teoría de la agenda setting. Gazeta de Antropología, 25, 1-17. Recuperado de: https://www.ugr.es/~pwlac/G25_01JoseMaria_Rubio_Ferreres.pdf

    Tandoc, E. (2019). The facts of fake news: A research review. Sociology Compass, 13, 1-9. Recuperado de: https://compass.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/soc4.12724

    UNAM. (2020). ¿Qué son las Fake News? Recuperado de: https://unamglobal.unam.mx/que-son-las-fake-news/


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