¿Qué es el imperialismo?

El término de “imperialismo” es utilizado de diferentes formas, lo cual lo ha convertido en un concepto vago, cuya definición general se sostiene por similitudes entre las distintas descripciones que varios autores le han dado y con los hechos históricos que acontecen a lo largo del tiempo. Lo anterior sirve para complementar una idea en la visión de las personas para entender esta doctrina, por lo que una manera de simplificar gran parte de la discusión es conocer la dinámica del imperialismo.

En primer lugar, se puede definir como un Estado con poder que ejerce su autoridad sobre otro (Linzy 2022). Esta comprensión, sin embargo, no explica las motivaciones o métodos empleados de manera específica, por lo que es imperativo analizar los orígenes y ejemplos de la palabra. Se convierte en un concepto más amplio y de mayor oportunidad de análisis cuando es posible visualizar cómo diferentes explicaciones brindan una idea clara según qué periodo de la historia se desee estudiar.

Por un lado, para el realista Hans Morgenthau, el imperialismo es el proceso por el cual las naciones buscan obtener un cambio en el estado de las cosas, que en general, es representado por la conquista militar (Algosaibi 1965, 233). Una definición que engloba de manera perfecta al imperio mongol dirigido por Genghis Khan, pero que no encaja de la misma manera con un Estado como la República Popular China, asociada con el término en el siglo XXI (Li 2021), sin haber peleado en algún conflicto bélico con sus tropas desde 1979.

Importancia del capital

Es imposible tratar de entender el imperialismo sin conocer una de sus variables principales, la económica. El colonialismo es una herramienta que utiliza el imperialismo para maximizar sus beneficios. Un caso representativo es la invasión a África durante el siglo XIX motivada por el capital, debido a la necesidad de materias primas, terreno y nuevos mercados en los que los europeos podrían enriquecer sus economías (Boddy-Evans 2018).

Además, se justificaba su actuar con la "misión de civilizar" el continente, pues su tecnología era superior a la de cualquier sociedad africana en ese entonces. Este ejemplo de imperialismo es la inspiración que proyectó Vladimir Lenin en su ensayo “Imperialismo, la fase superior del Capitalismo”; en él, señala y critica al sistema capitalista por buscar los mayores beneficios, aunque eso signifique la subyugación de un continente entero.

Por otro lado, posterior a la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la agenda internacional cambió por completo, se dejó de lado el dilema de seguridad y los acuerdos sobre armas de destrucción masiva para dar paso a discusiones sobre derechos humanos, preocupaciones medioambientales y cooperación multilateral, sin embargo, también comenzó una época de desarrollo del poder blando entre naciones poderosas.

Una nueva era para el imperialismo

La República Popular China y los Estados Unidos de América son dos ejemplos de países percibidos como imperialistas, a pesar de no involucrarse en conflictos militares extraterritoriales con el propósito de anexar más terreno a sus naciones. Tomando en cuenta que el fin de las campañas militares estadounidenses no es la anexión territorial o una expansión colonial, mientras que China ha llegado a ampliar el suyo por medio de amenazas y reclamaciones.

Su capacidad para poder implicarse de distintas formas en diversos territorios se debe al desarrollo de estrategias políticas y económicas para expandir su alcance geopolítico más allá de sus fronteras sin un despliegue militar (Nafría 2015). Lo anterior sirve para ejemplificar cómo el imperialismo en el siglo XXI tiene la característica de mostrarse de múltiples maneras al mismo tiempo. Por un lado, China tiene la posibilidad de brindar capital e infraestructura a varios Estados en el mundo con el beneficio de no ponerles condiciones a sus gobiernos, mientras que obtiene importantes respaldos para sus decisiones en los foros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Por el otro, la Federación Rusa se encuentra en uno de los conflictos más importantes en tiempos modernos al intentar forzar una expansión tradicional dentro de territorio ucraniano. Si bien el presidente Vladimir Putin ha justificado la intrusión rusa como respuesta a una presencia creciente de la OTAN, es factible llevar a cabo una relación entre la unión histórica que han tenido estos territorios durante la existencia de la URSS y la negativa del gobierno ruso a aceptar la soberanía de Ucrania mientras buscaba interferir en su política interior apoyando a los líderes separatistas prorusia.