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Análisis

Jorge Silva

La democracia en tiempos de Biden: una lucha por el mundo libre

- Un acercamiento a la visión de política exterior del presidente electo Joe Biden ¿Nos encontramos frente a la construcción de una nueva doctrina estadounidense?

La democracia en tiempos de Biden: una lucha por el mundo libre

Mientras que la sociedad internacional se adentra en el siglo XXI, cada vez son más cuestionados los esquemas políticos, sociales y económicos heredados de las posguerras. Con el rápido ascenso de China, el viraje político del periodo Trump y la crisis sanitaria de Covid-19; nuevos frentes y necesidades surgen para los gobiernos alrededor del mundo.

La democracia, sistema político por antonomasia, no solo se enfrenta a sus propias contradicciones, sino que está siendo presionado por el fortalecimiento de regímenes autoritarios y nacionalistas. Se ha presenciado recientemente nuevos fenómenos sociopolíticos a nivel global: populismos, opacidad electoral, intervención extranjera en los electorados, ciberataques y creación de noticias falsas, entre muchos otros.

De acuerdo con datos de Freedom House, las libertades y los regímenes democráticos del mundo han ido retrocediendo principalmente por las restricciones a los medios virtuales, los nacionalismos de extrema derecha y la falta de liderazgo global. Los últimos datos disponibles de su informe Freedom in the World arroja el saldo[1] de 64 países que experimentaron un deterioro de sus derechos políticos y libertades civiles, frente a los 37 países que mostraron una mejora.

A pesar de que la tendencia se encuentra mayormente localizada en la región euroasiática, el retroceso se ha visto en Estados con sistemas democráticos maduros e incluso dentro de los Estados Unidos. Tan solo este país ha caído[2] ocho lugares en el rating mundial, ocupando la posición 86º por debajo de países como Mauricio o Letonia.


Gráfica: Freedom House, “Freedom in the World 2020” Freedom House, 2020, p.11, https://freedomhouse.org/sites/default/files/2020-02/FIW\_2020\_REPORT\_BOOKLET\_Final.pdf

¿Doctrina Biden?

El panorama poco optimista que nos otorga el informe de Freedom House es algo que no ha pasado por desapercibido dentro de la postura de política exterior que el virtual vencedor a la presidencia estadounidense, Joe Biden, ha establecido en su plataforma. Las claves para entender la estrategia del candidato demócrata se encuentran en su ensayo Why America Must Lead Again publicado en Foreing Affairs en marzo de este año.

“[...] Le corresponde a los Estados Unidos liderar el camino. Ninguna otra nación tiene esa capacidad. Ninguna otra nación se basa en esa idea. Tenemos que defender la libertad y la democracia, recuperar nuestra credibilidad y mirar con optimismo y determinación implacables hacia nuestro futuro”[3]

En primer lugar, retoma el excepcionalísimo estadounidense como forma de justificar su rol protagónico frente a otras naciones que comparten este mismo sistema político. Nos encontramos frente a una declaración moderna de lo que podría suponer una doctrina frente a los regímenes políticos opuestos y, sobre todo, a los actores que los promueven.

Lo que para Donald Trump significaba hacer un reajuste interno, sacrificando compromisos en el exterior; para Joe Biden la estrategia se encuentra en la reconquista de los espacios de poder que han venido erosionándose dentro de la cooperación internacional ¿Será a costa de crear un nuevo enemigo común? ¿Acaso la oposición a los regímenes autoritarios, ¿China y Rusia conformarán la base de la discursiva estadounidense moderna?

“[...] El Kremlin teme una OTAN fuerte, la alianza político-militar más eficaz de la historia moderna. […] Debemos imponer costos reales a Rusia […] al sistema autoritario cleptocrático del presidente Vladimir Putin.”[4]

El lenguaje que Biden utiliza a lo largo de su escrito nos remonta a términos que fueron muy característicos durante las épocas de posguerra: reestructuración, confrontación, frente común y carrera tecnológica. Incluso el hecho que abiertamente defina a China y Rusia, como factores a contrarrestar en lo político y económico, nos podría dirigir a una peligrosa polarización semejante a la vista durante la Guerra Fría.

Cumbre de la democracia

Para instrumentar esta visión, se ha establecido dentro de su plataforma la creación de una “Cumbre de la democracia” en cuya estructura se verán incluidos: Estados, organizaciones de la sociedad civil y al sector privado, incluidas las corporaciones tecnológicas y los gigantes de las redes sociales[5]. Un esfuerzo que busca renovar el liderazgo de los Estados Unidos frente a la erosión y desencanto de las promesas que su modelo político estableció tras su victoria frente a la Unión Soviética en 1989.

“[…] Lo que Biden y sus asesores tienen en mente no es una institución formal como la OTAN sino un foro, una especie de G-7 ampliado, en el que los aliados democráticos pueden encontrar soluciones comunes a los problemas transnacionales […] presentados por el surgimiento de estados autoritarios, incluida la interferencia electoral, la tecnología de vigilancia y el papel de China en la tecnología 5G”[6]

El hecho de que se tuviera que recurrir a una medida tan pragmática, de nuevo recordándonos las grandes cumbres del siglo XX, nos indica que las instituciones de gobernanza global no han sido suficientes para evitar la amenaza del status quo occidental. Nos encontramos en un momento en que organizaciones, como Naciones Unidas, deberán cuestionar sus estructuras y formas de representación si no quieren ser rebasadas con iniciativas como esta.

Lo que podríamos ver con esta iniciativa es un mecanismo multidimensional, enfocado en las nuevas áreas tecnologías y fundado sobre la idea de oposición frente a lo “antidemocrático”. Aquí yace una diferencia sustancial con foros como el G-20 o Asamblea General; existe una exclusión implícita de una serie de Estados con un sistema político particular ¿evolucionara esto a un tema ideológico?


Imagen: Spencer Platt/Getty.

Aún resta observar realmente qué tanto, la iniciativa y el discurso, se verán materializadas una vez inicie el nuevo mandato presidencial. Sin embargo, los elementos que hemos analizado en el presente artículo no pueden pasarse por alto ya que no solo es un viraje drástico a la tendencia aislacionista de Trump, sino que las repercusiones de una potencial polarización de la sociedad internacional tendrían profundas consecuencias en las relaciones internacionales.

Implicaciones para la política internacional

Si el área de mayor confrontación y tensión durante la administración Trump fue el ámbito comercial; en la administración de Biden será la dimensión tecnológica. Uno de los mayores énfasis en su plataforma es el surgimiento de problemáticas trasnacionales y la manipulación de los avances tecnológicos para fines autoritarios o de interferencia de Estados extranjeros.

El nuevo énfasis político, tecnológico e incluso ideológico podría llevarnos a ver el surgimiento de nuevas formas de poder, nuevas amenazas globales y el retorno a una bipolarización política del sistema internacional. Tanto así que ya podemos ver una suerte de zonas de influencia como la que China construye a través de su proyección económica de One Belt One Road o Rusia con sus reclamaciones étnicas en Europa Oriental.

“[…] Los acontecimientos de los próximos años determinarán si la democracia recupera su equilibrio o si se acelera el giro autoritario. Eso es lo que está en juego, y el desafío es lograr el mejor de los resultados evitando las peores consecuencias”[7]

El rescate que Biden hace de elementos como la defensa del mundo libre, el excepcionalismo y la reivindicación del liderazgo estadounidense; es una señal temprana de una potencial política exterior de corte intervencionista. En el mejor de los casos, esta solo se traducirá en una justificación discursiva para exportar agendas dentro de la Cumbre de la Democracia y no en el paulatino enfriamiento y polarización de la política internacional con Rusia y China en el centro.

Lo cierto es que, esta nueva década se mantendrá marcada por la búsqueda de alternativas para todas aquellas contradicciones que fueron acumulándose y que hoy no logran responder a una realidad hipertecnologizada. La era digital ha llegado para crear espacios, soluciones y confrontaciones no solo para las naciones democráticas sino para la gobernanza global como la conocemos.

Fuentes

    Biden For President, “The power of america’s example: the biden plan for leading the democratic world to meet the challenges of the 21st century”, Biden Harris, 2020, https://joebiden.com/americanleadership/#

    Biden Jr, Joseph., “Why America Must Lead Again”, Foreign Affair, marzo/abril 2020. https://www.foreignaffairs.com/articles/united-states/2020-01-23/why-america-must-lead-again

    Freedom House, “Freedom in the World 2020” Freedom House, 2020, 36pp., https://freedomhouse.org/sites/default/files/2020-02/FIW_2020_REPORT_BOOKLET_Final.pdf

    Traub, James, “The Biden Doctrine Exists Already. Here’s an Inside Preview”, Foreing Policy, 20 de agosto de 2020, https://foreignpolicy.com/2020/08/20/the-biden-doctrine-exists-already-heres-an-inside-preview/


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Silva, Jorge. “La democracia en tiempos de Biden: una lucha por el mundo libre.” CEMERI, 22 sept. 2022, https://cemeri.org/art/a-democracia-joe-biden-libre-kt.