La propuesta de paz de Turquía para detener la guerra entre Rusia y Ucrania

El pasado 11 de abril, Turquía hizo público un nuevo plan para mejorar las condiciones ante las cuales se enfrentan Rusia y Ucrania como resultado de su prolongado conflicto.

Una proposición que presume ser, un mecanismo que permite a la esfera internacional tomar medidas eficientes con el objetivo de promover la paz y alcanzar estabilidad en la región a partir de la resolución pacífica de controversias, pero que a su vez, ha colocado a Turquía como uno de los principales mediadores de la región ante este duradero conflicto.

Turquía como mediador de la región

No es la primera vez que Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, propone a nivel internacional un plan para estabilizar la región de Eurasia. A meses desde el inicio del conflicto en febrero del 2022, Turquía se ha dedicado a ofrecer un espacio en el cual, mediante mecanismos del Derecho Internacional, los Estados en conflicto puedan reunirse para mantener diálogo y poder alcanzar un acuerdo de paz, sin embargo, a pesar de la falta de respuesta por parte de Rusia en severas ocasiones, Turquía ha anunciado una nueva iniciativa para establecer un inmediato alto al fuego en la guerra en Ucrania, el cual se centra en congelar por 16 años el conflicto y resolverlo hasta el año 2040.

Un paso más para alcanzar la paz: ¿Qué propone el nuevo plan de paz de Turquía?

El plan, el cual se ha basado de previas negociaciones llevadas a cabo en el 2022, plasma en su texto una serie de condiciones, las cuales de acuerdo con Turquía, son necesarias para disminuir las tensiones del conflicto entre Rusia y Ucrania y poder acercarse más al fin de dicho conflicto.

Entre la serie de propuestas para alcanzar la paz y mantener el orden regional, destacan la prohibición de interferencia en asuntos internos por parte de algún otro país extranjero que de alguna forma pueda desestabilizar el gobierno, la implementación de un referéndum en toda Ucrania para evaluar el curso de la política exterior e interior del país así como de la administración de los territorios anexados por Rusia, el intercambio de prisioneros de guerra bajo la fórmula “todos por todos” y, por último, congelar la guerra a lo largo de la línea del frente en donde se encuentran establecidas las respectivas tropas, una iniciativa basada en el modelo de la guerra de Corea.[¹]

Por otro lado, Turquía propone la declaración de Ucrania como País No Alineado hasta el año 2040, un concepto que surgió en el marco de la Guerra Fría con el objetivo de establecer la posición neutral de algunos países ante un predominante sistema bipolar.

La actual rivalidad entre Rusia y Estados Unidos desde la Guerra Fría, ha acentuado la creación de alianzas, y el hecho de que Ucrania sea más propenso a la búsqueda y establecimiento de una democracia, así como el fortalecimiento de sus estrechas relaciones con Occidente, ha fragmentado sus relaciones con Rusia. Por lo tanto, tomando en cuenta el argumento anterior, el presidente turco Erdogan, en el texto alienta a Rusia a no oponerse ante la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, pero dejando en claro que Ucrania no puede pertenecer a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Por último, un punto crucial, el establecimiento de un mutuo compromiso entre Rusia y Estados Unidos en cuanto a la prohibición del uso de armamento nuclear bajo ninguna circunstancia, así como una renovación del SALT The Strategic Arms Limitation Treaty, con imposibilidad de retiro unilateral en el futuro.

El SALT es un acuerdo que nace como resultado de una serie de conferencias bilaterales entre EEUU y en aquel entonces, la Unión Soviética, quienes con el objetivo de frenar las tensiones durante el contexto de la Guerra Fría, establecieron limitaciones en cuanto a la posesión de arsenal nuclear, de vehículos de reentrada múltiple e independiente, y en general, el empleo de cualquier fuerza nuclear.

Sin embargo, en febrero del presente año, tras la visita de Joe Biden a Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin anunció la retirada de su gobierno del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, el New START, un acuerdo que nace bajo la influencia de precedentes tales como el SALT y el START The Strategic Arms Reduction Treaty.

El Nuevo START, al igual que sus antecesores, limita la cantidad de ojivas nucleares estratégicas de largo alcance que ambos países pueden desplegar, pero a una cantidad inferior (1,550 cabezas nucleares por potencia), así mismo, otorga permisos para inspecciones entre ambas potencias nucleares.

Tanto el SALT como ambas versiones del START, fueron diseñados para prevenir una guerra nuclear, y el hecho de que Rusia se niegue a ser partícipe de instrumentos jurídicos internacionales que regulan el ejercicio de la guerra, tan solo aumenta la incertidumbre internacional, dejando que el sistema se regule por una serie de doctrinas que previenen el conflicto, pero que no aseguran su prohibición.

El que Erdogan haya añadido este punto como parte de su plan para afianzar la paz mundial en torno al presente conflicto, es punto clave y estratégico que determinará el acontecer de las Relaciones Internacionales, en una época en donde los indicios de una posible guerra nuclear, no son imposibles.

Fórmula de paz turca: una suma a la lista de proyectos negados

“La paz en Ucrania es imposible sin la participación rusa” declara Erdogan, quien a su vez ha mencionado que Turquía está lista para aceptar conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia cuando se encuentren en condiciones apropiadas para mantener un diálogo -el primer paso para llegar a un acuerdo-.

No obstante, en distintas ocasiones la comunidad internacional ha sido testigo de cómo diversas fórmulas de paz propuestas han sido archivadas, desde la creación de un comité en Naciones Unidas para la paz en Ucrania integrado por el presidente de la India y el papa Francisco, una iniciativa propuesta por México ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la fórmula de paz de diez puntos anunciada por el presidente ucraniano Zelenskyy ante la cumbre del G-20 en noviembre del 2022, hasta el anunciamiento de un nuevo plan de paz entorno a la seguridad internacional presentado en el Foro Económico Mundial de Davos en Suiza el pasado 14 de enero del 2024.

Tomando en cuenta lo anterior, distintos actores de la comunidad internacional consideran que de cualquier forma, es improbable que el documento propuesto por Turquía sea adoptado, ya que a pesar de presentar propuestas equilibradas, se hace mención de distintas medidas no negociables, sobre todo para Ucrania, pasando así, ser parte de la lista de proyectos rechazados ante el conflicto Rusia-Ucrania por un mundo más pacífico.