¿Qué es el populismo?

El término populismo ha adquirido distintos sentidos y definiciones. Para algunos politólogos, es incluso un término que carece de valor intrínseco (Guy Hermet 2003, 6). Ernesto Laclau fue de los tantos teóricos que vinculó la idea de populismo con la noción de pueblo (Martín Retamozo 2017, 132), de esta manera, implica una participación activa del mismo en los procesos políticos. Esta contribución popular se convierte en la contraparte, en el personaje antagónico de la clase dominante (Laclau, 1978). Por otra parte, Gino Germani, consideraba que el populismo era una forma de dominación autoritaria que incorporaba a los excluidos, es decir, a todo el pueblo, a la política. (2012)

Asimismo, Gastón Souroujon (2020) rastrea los primeros antecedentes del populismo en aquellos movimientos sociales a finales del siglo XIX; a los que denomina prepopulistas. Souroujon observa que, desde ese momento, la noción de pueblo fue fundamental para entender la política moderna. El término implica, entonces, crear nuevos pactos políticos y económicos, es decir, constituir un pacto de dominación. (Brachet- Márquez 1996) Los actores políticos necesitan diversos medios de representación política que garanticen su permanencia en el poder. (Gonzalez 2007)

Por lo tanto, se puede asumir que el populismo es una nueva vía para construir lo político: una propuesta en donde el pueblo (entendiéndolo como diversos grupos sociales que habían sido marginados de la esfera de poder) participa activamente en la vida política pública. De esta manera, se construye una nueva forma de articulación social y también una nueva subjetividad política entre los grupos populares.

Aunque es un término que se ha usado indistintamente en diversas regiones del mundo , es necesario señalar que las experiencias de los gobiernos populistas en Europa distan mucho de aquellas en África, América o en el continente asiático.

El populismo en América Latina

La noción de Populismo ha sido utilizada ampliamente en el contexto latinoamericano, sobre todo para designar a aquellos gobiernos considerados de "izquierda" o incluso para los que la noción de soberanía popular constituye una base importante.

Muchos especialistas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se apropiaron de este concepto y lo emplearon para designar los procesos políticos nacionalistas que aliados a organizaciones sindicales impulsaron en el desarrollo industrial. En esta línea se inscriben los casos de Juan Domingo Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil y Lázaro Cárdenas en México. (Gastón Souroujon 2020)

Para el caso brasileño en concreto, durante los años sesenta el populismo se relacionó directa o indirectamente con las ideas marxistas (María Cecilia Ipaar 2019). Durante estos años, estos gobiernos se caracterizaron por el impulso a las clases medias, el salario mínimo subió y las organizaciones obreras sindicales se robustecieron. En casos muy concretos, los líderes impulsaron también reformas agrarias. (Carlos de la Torre 2013)

En América Latina, la idea de Populismo se empleó en la esfera pública -no sólo académica- con mayor ahínco a partir de la segunda mitad del siglo XX, sin embargo a partir de inicios del siglo XXI, el término tuvo un auge evidente debido a su frecuente uso para abordar y explicar la realidad sociopolítica latinoamericana. Fue en estos años cuando los países sudamericanos experimentaron agitadas movilizaciones sociales y nuevos actores aparecieron en la escena política; pueblos indígenas, grupos estudiantiles, movimientos feministas, movimientos obreros, entre otros.

En los últimos años, el término ha sido empleado para abordar acontecimientos como los gobiernos en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y Brasil considerados populistas por el origen social de los líderes políticos. El caso de Hugo Chavéz en Venezuela es un ejemplo fundamental. Incluso el gobierno mexicano, del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, es considerado como un gobierno popular.

Populismo en el resto del mundo

Aunque es en la región latinoamericano donde más eco ha tenido este concepto, también se pueden rastrear proyectos populistas en el resto del mundo. Es preciso señalar que su uso no fue tan frecuente y que en muchos casos adquirió una mirada negativa. Un ejemplo de ello es la definición que propuso Stuart Hall al gobierno de Thatcher, llamándolo “un populismo autoritario”. (Stuart Hall 1990)

Por otro lado, Hugo Antonio García Marín rescata dos experiencias en el continente asitiaco; por una parte el gobierno de Thaksin Shinawatra en Tailandia y ,por otra la de Roh Moo-Hyun en Corea del Sur. (2018). Aunque la figura de Thaksin Shinawatra no comparte similitudes con algunos líderes latinoamericanos, inició su carrera política como un hombre de negocios y paulatinamente se acercó a las clases populares; su gobierno tuvo una relación directa con la población de zonas rurales y urbanas. En el caso surcoreano, Roh Moo-Hyun tiene bases en las clases populares, inició en la política como abogado y más tarde se involucró en distintos movimientos sociales. Su carisma lo dotó de un fuerte apoyo por parte del pueblo.

Las críticas al populismo

Respecto al populismo existen críticas que permean el escenario académico y político, desde el personalismo que han tomado los proyectos hasta la discusión de si se ha generado o no un verdadero cambio social. Mucho se le cuestiona al populismo por tener políticas económicas casi opuestas al neoliberalismo. Para muchos politólogos sus planteamientos no responden con la realidad de un mundo globalizado y sólo aíslan a los países que siguen estos modelos.

Para el caso latinoamericano, los gobiernos populistas cayeron en el descrédito público y la oposición incluso los considera un peligro para la democracia, pues se tiene la creencia que este sistema puede llevar a la conformación de regímenes autoritarios (Carlos de la Torre 2013). Para Dory Luz González Hernández, el problema de estos gobiernos es que las figuras políticas asumen un rol central que en muchas ocasiones pueden debilitar las estructuras de la democracia. (2015)

¿El nuevo camino del populismo?

En el presente, las vías que tomen los gobiernos populistas, al menos en el caso latinoamericano, están en debate. Para algunos teóricos las propuestas en Venezuela, Colombia e incluso Bolivia, han perdido legitimidad, dejando de ser modelos viables para lograr el cambio social en la región. La gran pregunta que sigue en el aire es el rumbo que van a tomar, qué nuevas figuras se impondrán y cómo se manejarán las grandes crisis económicas que hoy afectan el continente americano.