Diplomacia Local en México durante 2021. Desafíos y oportunidades en año electoral

A mediados de 2021, en las treinta y dos entidades federativas que componen la República mexicana se llevarán a cabo procesos electorales en los que la ciudadanía escogerá a las y los servidores públicos de los diferentes niveles de gobierno, en los ámbitos ejecutivo y legislativo, para un nuevo periodo de funciones. Siendo de esta forma, y aunado a las problemáticas presentes derivadas de la emergencia sanitaria que impactó al país y al mundo entero hace poco más de un año, se presenta un panorama con diferentes retos para el ejercicio de la gobernanza a nivel nacional y local.

Uno de los ámbitos que enfrenta estos retos es el de la diplomacia local mexicana, la cual ha tenido que adaptarse a la nueva normalidad y comenzar o seguir generando acciones que beneficien a la población, puesto que en el contexto actual estas actividades representan una opción relevante a tomar en cuenta para combatir los efectos adversos que tuvieron lugar durante el 2020.

Es por esto que el presente texto tiene por objetivo identificar los desafíos que se presentan para la Diplomacia Local en México durante el año 2021, así como las oportunidades que los gobiernos locales pueden aprovechar para potenciar su actividad internacional.

Contexto internacional y nacional

Para comenzar, recordemos que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó a la enfermedad Covid-19 como una pandemia.1 Días más tarde, el Poder Ejecutivo Federal en México por medio del Consejo de Salubridad General, declaró el estado la emergencia sanitaria por razones de la misma enfermedad.2

Derivado de esta situación, a lo largo del 2020 se evidenció que esta pandemia tendría repercusiones visibles desde ese momento hasta dentro de varios años, especialmente para el desarrollo social y económico de todos los países. Ejemplo de esto es lo que comentó António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): “En un momento en el que necesitamos desesperadamente ir hacia adelante, el COVID-19 nos puede atrasar años, incluso décadas, dejando a los países con retos fiscales masivos y crecientes”.3

También, se ha puntualizado que la pandemia dejó ver “los problemas estructurales del modelo económico y las carencias del sistema de protección social y brechas del régimen de bienestar, confirmando la necesidad de repensar el desarrollo y formular respuestas para un mundo post COVID”.4

Junto con estas declaraciones, y a pesar de los esfuerzos que se han realizado en el área internacional para combatir las dificultades que se presentan y no retroceder en los avances que se habían obtenido por medio de herramientas como la Agenda 2030, António Guterres considera que “los países todavía no están tomando en serio los Objetivos de Desarrollo Sostenible y citó, por ejemplo, la falta de solidaridad y de cooperación internacional efectiva”.5

Por otro lado, en México el panorama ha sido clasificado como extremadamente complejo, primero por el aumento de casos positivos de esta nueva enfermedad, y después por el impacto económico y social que trae consigo. Como un ejemplo de estas consecuencias, puede comentarse que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que el país pase de 11.1 a 15.9% de personas bajo la línea de extrema pobreza en los próximos años.6

Durante la denominada primera ola de contagios, las acciones de gobierno estuvieron enfocadas a atender el estado de emergencia; controlando el número de contagios, aplicando protocolos de sana distancia, cesando las actividades económicas denominadas como no esenciales, e informado a la población acerca de la nueva enfermedad. Posteriormente, se comenzaron a reactivar las actividades económicas a fin de mitigar el impacto negativo en este sector, pero cuidando de que el número de contagios no creciera.

A la fecha en la que se redacta este trabajo, ya se presentó una segunda ola de contagios en México, la cual ha ido disminuyendo paulatinamente, pero se advierte que como en otros países, durante las próximas semanas el número de contagios incrementará de nuevo, provocando una tercera ola que obligará una vez más a reducir al mínimo el contacto entre las personas.7

Dentro de este panorama, también hay que puntualizar que en México durante el mes de junio se realizarán los sufragios correspondientes para escoger a quinientos diputados a nivel federal, quince gobernadores, y veinte mil trescientos once cargos locales, entre presidencias municipales, alcaldías, regidurías y sindicaturas.8 Este proceso representa un cambio en el ejercicio de la función pública del país, pues nuevos servidores públicos estarán al frente de las decisiones del cargo al que fueron elegidos y esto puede significar la continuación o interrupción del trabajo realizado por sus antecesores.

Calendario electoral para el año 2021 en México. Fuente: Instituto Nacional Electoral.

Desafíos para la Diplomacia Local en México

Ante el contexto internacional y nacional por el que atraviesa México durante 2021, podemos identificar algunos desafíos que enfrenta el ejercicio de la diplomacia local en este país. Primeramente, tras concentrarse las acciones de gobierno en la contención de contagios y atención prioritaria a la emergencia sanitaria, las acciones internacionales realizadas por actores locales pasaron a segundo plano.

Ejemplo de ello es el retraso en la publicación de la Ley de Acción Internacional de la Ciudad de México, la cual fue presentada ante el Congreso de esta ciudad desde el 4 de marzo de 2020, fue aprobada por la Comisión de Asuntos Internacionales hasta septiembre del mismo año, y actualmente está en espera de su discusión y posterior publicación.9

Por lo tanto, uno de los desafíos es retomar la importancia de las actividades internacionales en la agenda de los gobiernos locales. No obstante, este reto está siendo poco a poco dejado atrás conforme avanza el año, sobre todo en las entidades federativas que tienen mayor experiencia en el ámbito de la Diplomacia Local, como Jalisco, Zacatecas y el Estado de México.10 Prueba de ello es el incremento observable en las actividades internacionales de estas y otras entidades durante los meses de enero, febrero, y marzo de 2021.

Aunque nos encontremos con este incremento de actividades, existen otros desafíos para la Diplomacia Local en México, los cuales se generan como consecuencia del ya comentado proceso electoral. Por un lado, debido a ciertas prácticas políticas que este escrito no pretende criticar, las y los funcionarios públicos dejan sus cargos en la administración pública de manera anticipada para participar de nueva cuenta en las elecciones y así tener la oportunidad de ocupar otro cargo público.

Esta práctica puede significar una pausa en las actividades que se habían estado realizando desde los ayuntamientos, por poner un ejemplo, lo que repercute directamente en la Diplomacia Local de los municipios si quien dirigía las acciones internacionales y además tenía interés en realizarlas era él o la alcaldesa en turno. De manera que, otro reto a enfrentar, al menos durante la primera mitad de 2021, es el cese o la pausa de estas actividades como consecuencia de la ausencia de quien dirija o enfoque su realización.

El último desafío que se puede identificar para la Diplomacia Local mexicana en 2021, y que a la vez es decisivo para la realización de acciones internacionales en los próximos tres años, es la continuación de este tipo de actividades por la o el nuevo servidor público en su nuevo cargo. Si bien la continuación de actividades tras procesos electorales en los diferentes cargos administrativos de México no es un problema exclusivo de la Diplomacia Local, estas acciones sí presentan un mayor riesgo de no estar consideradas en la nueva agenda de las y los recién llegados servidores públicos, principalmente de quien ocupe la presidencia municipal y sobre todo en localidades que llevan poco tiempo trabajando su ámbito internacional.

Oportunidades para la Diplomacia Local en México

De manera fortuita, las oportunidades que se presentan para incentivar las acciones de Diplomacia Local en México durante el presente año están directamente relacionadas con los desafíos a los que se enfrentan, haciendo que estos puedan tener un menor impacto y que incluso se llegue a beneficiar la actividad internacional. En primer lugar, derivado del hecho de que a la Diplomacia Local se le dejó de prestar atención por el estado de emergencia y de que poco a poco esta misma se ha ido incorporando al quehacer diario de las acciones de gobierno, podemos mencionar que esta puede tomar un impulso y desarrollarse con un enfoque para resolver y aminorar los efectos de la pandemia a nivel local.

La convocatoria de la AMEXCID y la Delegación para la Acción Exterior de las Colectividades Territoriales (MEAE/DAECT) de Francia para proyectos de cooperación descentralizada en 2021 busca promover principalmente proyectos en materia de salud y de recuperación del Covid-19. (2021).

En ese sentido, la cooperación entre gobiernos locales mexicanos y actores internacionales puede trascender a una nueva etapa, en la que se muestre mayor interés en profundizar o incluso generar nuevos lazos entre distintos actores, donde se capacite más detalladamente a los involucrados para enfrentar problemas concretos que antes no se llegaron a tomar en cuenta, y que este enfoque específico devenga en resultados más concretos efectivos en términos del beneficio a la población civil.

En segundo lugar, con relación a que diferentes servidores públicos pausan su cargo ante las próximas elecciones y que existe la posibilidad de que el trabajo internacional se detenga, podemos mencionar que esto puede ser tomado como ventaja para señalar lo importante que es tener una estrategia en materia internacional, a fin de que la misma se vaya ejecutando a pesar de que las y los servidores públicos dejen su cargo temporalmente.

Las estrategias internacionales, como otras en el ámbito de la administración pública, tienen mayor impacto cuando son consideradas desde el inicio del periodo de los diferentes servidores públicos. De esta manera y recordando el contexto nacional para México en 2021, se presenta la oportunidad de generar estrategias internacionales para las entidades federativas, e incluso mayormente para los municipios, a fin de que desarrollen la Diplomacia Local de su demarcación territorial correspondiente y que dicha estrategia tenga mayor impacto durante los próximos seis o tres años, dependiendo si el ámbito es estatal o municipal.

Finalmente, la última ventaja que identifica este escrito para la Diplomacia Local de México en 2021, tiene relación con el punto anterior, y con la continuación de las actividades internacionales tras un relevo en los cargos públicos. Esta es que se le debe prestar más atención a la profesionalización de las y los servidores públicos en materia internacional, independientemente del cargo que ocupen, pues de ella dependen que las acciones y las estrategias internacionales se lleven a cabo de manera correcta.

Teniendo en cuenta el contexto internacional, resulta imperante que quienes ocupen cargos públicos estén preparados para hacer frente a los retos que el mundo presente a México y a sus localidades, con lo que tener una preparación profesional en materia internacional representa una ventaja para resolver todo tipo de dificultades, pues el abanico de opciones para implementar programas y políticas se extiende si se toma en cuenta actores de otros países. Incluso, una mayor profesionalización internacional resolvería en cierto grado la deficiente cooperación internacional, señalada por António Guterres.11

Consideraciones finales

Aunque el hacer notar que se debe tener una profesionalización suficiente y desarrollar estrategias efectivas de gobierno no son puntualizaciones nuevas, y menos incluso durante contiendas electorales, la situación internacional es la que ahora denota el interés y la necesidad de prestarle atención a estos dos ámbitos.

Ante coyunturas nunca antes sucedidas, la respuesta de las autoridades debe ser efectiva y eficiente para traer beneficios y soluciones a la ciudadanía. Las y los futuros servidores públicos de México enfrentarán una gran responsabilidad a partir del siguiente año, con lo que tener en cuenta la Diplomacia Local como herramienta para el desarrollo positivo de sus demarcaciones territoriales puede ser de gran ayuda.

Por último, si bien la década de los años 2000 en México fue un año de grandes cambios y de impulso para la Diplomacia Local por diversos factores, la década de los años 2020 debe ser también relevante para el ejercicio de estas actividades, tanto porque la coyuntura actual así lo exige, como porque ahora se cuenta con mayores beneficios e instrumentos que facilitan el contacto con actores internacionales.