¿Qué es la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas?

Actualmente, procedimientos como la mediación, la negociación, el arbitraje, la conciliación, entre otros, utilizados para el mantenimiento de la paz y el arreglo de disputas internacionales, se encuentran plasmados en el Artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas. [1] No obstante, el origen de estos procedimientos se remonta a siglos de antigüedad.

A lo largo de los años, sucedieron ciertos fenómenos que marcaron la historia del arreglo pacífico de las controversias. Ejemplo de esto es el Tratado de Jay de 1794, entre los Estados Unidos de América y Gran Bretaña, el cual estipulaba la creación de comisiones mixtas con la intención de solucionar diversas cuestiones en las que ambas naciones no habían podido llegar a un acuerdo. [2] Sin duda, la labor de las comisiones demostró la eficacia que tiene este método para el arreglo de disputas entre países. [3]

A partir de este momento, los Estados comenzaron a considerar la idea de crear una Corte Internacional, a fin de evitar la necesidad de crear un tribunal especial para decidir cada controversia que se pudiera someter a arbitraje. Bajo esta lógica, se adoptaron ciertos foros aceptables y especializados, como la Corte Permanente de Arbitraje o la Corte Permanente de Justicia Internacional. [4]

No fue hasta 1945, con la creación de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que se llegó al punto culminante de la evolución de los métodos de arbitraje y el arreglo pacífico de las controversias internacionales. Por tal razón, el presente artículo pretende profundizar en el funcionamiento de la CIJ, también conocida como Tribunal Internacional de Justicia.

La CIJ es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas (NU). Fue establecida el 26 de junio de 1945 por la Carta de dicha organización, en la búsqueda de uno de sus objetivos principales: “lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”. [5]

A partir de 1946, la CIJ sucedió a la Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI), que había sido establecida en 1920 con los auspicios de la Sociedad de Naciones. [6] Con sede en el Palacio de la Paz en La Haya, Países Bajos, es el único de los seis órganos principales de las Naciones Unidas cuya sede no está en Nueva York. Además, sus idiomas oficiales son el francés e inglés. [7]

Está compuesta de quince magistrados, elegidos en votaciones independientes por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las NU, de acuerdo con sus méritos y no su nacionalidad. Su mandato es de nueve años, con posibilidad de reelección, y cada tres años se renueva a la tercera parte, asimismo, no se pueden dedicar a ninguna otra ocupación mientras dure su mandato. [8]

Además, en la Corte Internacional de Justicia no puede haber dos magistrados del mismo país, por ende, deben ser independientes y no representan a sus respectivos gobiernos. Al mismo tiempo, se procura que estén representados en la CIJ los principales sistemas jurídicos del mundo con el objetivo de contar con equidad dentro de la misma.

En la actualidad, la Corte está compuesta por la Presidenta Joan E. Donoghue (EUA), el Vicepresidente Kirill Gevorgian (RUS) y los quince Magistrados: Peter Tomka (SVN), Ronny Abraham (FRA), Mohamed Bennouna (MAR), Abdulqawi Ahmed Yusuf (SOM), Xue Hanqin (CHN), Julia Sebutinde (UGA), Dalveer Bhandari (IND), Patrick Lipton Robinson (JAM), Nawaf Salam (LBN), Iwasawa Yuji (JPN), Georg Nolte (DEU), Hilary Charlesworth (AUS). [9]

En la misma línea, la Corte es la única jurisdicción universal con competencia general y que se rige por un Estatuto que forma parte integral de la Carta de las Naciones Unidas, [10] situado en el artículo 92 del Capítulo XIV: “la Corte Internacional de Justicia será el órgano judicial principal de las Naciones Unidas; funcionará de conformidad con el Estatuto anexo, que está basado en el de la Corte Permanente de Justicia Internacional, y que forma parte integrante de esta Carta”. [11]

Por esta razón, la Corte funciona con base en un Estatuto que cuenta con 70 artículos divididos en 5 capítulos. Mientras que, como lo menciona el artículo 30 del mismo, fue adoptado por la CIJ el 14 de abril de 1978, un Reglamento compuesto de 109 artículos, mediante el cual se determinó la manera de ejercer su funcionamiento y, en particular, sus reglas de procedimiento. [12]

De igual forma, en ambos instrumentos se establece que la CIJ tiene como función principal resolver conforme al Derecho Internacional las controversias jurídicas que le sean sometidas por los Estados parte. Asimismo, tiene la responsabilidad de emitir dictámenes u opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas para las NU y sus órganos especializados. [13]

En este sentido, las fuentes del Derecho aplicadas por la Corte para ejecutar sus funciones son: las convenciones y tratados internacionales; la costumbre internacional; los principios generales del derecho; las decisiones judiciales; y la doctrina de los autores más reconocidos. [14]. Por lo tanto, basado en sus funciones, la CIJ tiene una doble misión realizada a través de dos tipos de procedimiento: el contencioso y el consultivo.

El primero, el contencioso, se define como “la consideración de la Corte Internacional de Justicia de una controversia jurídica que le han presentado los Estados”. [15] En otras palabras, es aquel mecanismo utilizado para el arreglo de las disputas de orden jurídico, siempre que los implicados hayan aceptado las competencias y la jurisdicción de la Corte. [16]

De tal forma que los Estados pueden manifestar su consentimiento a partir de un acuerdo especial, o compromiso entre las partes. El resultado del proceso es la creación de una cláusula jurisdiccional en un tratado donde se comprometen por adelantado, y en algunos casos, una declaración unilateral de los Estados parte de la Corte. [17]

Por lo general, de conformidad con el artículo 34 del Estatuto, sólo pueden recurrir a la CIJ, así como ser partes en los casos contenciosos, todos los Estados parte, lo cual incluye a los Miembros de las Naciones Unidas. [18] En consecuencia, la Corte no podrá considerar controversias que vengan de personas físicas, jurídicas o de organizaciones internacionales.

En síntesis, de acuerdo con el Departamento de Información de la Corte Internacional de Justicia (2022), el procedimiento contencioso incluye

Una fase escrita (intercambio entre las Partes de alegatos escritos) y una fase oral (audiencias durante las cuales los agentes y asesores presentan sus alegatos orales). Después de la fase oral, la Corte se reúne a puerta cerrada para deliberar, y posteriormente pronuncia la sentencia en audiencia pública. La sentencia es definitiva e inapelable. [19]

Por su parte, la misión o proceso consultivo, se refiere a los dictámenes u opiniones del mismo tipo sobre cuestiones jurídicas que realiza la Corte. En esencia, estos asuntos constituyen alrededor de una quinta parte de los casos que se presentan ante la CIJ. Además, los únicos que pueden disponer de este procedimiento son los cinco órganos de las NU y 16 organismos especializados de su sistema. [20]

Desde 1946, la Corte ha emitido 28 dictámenes relativos a una gran variedad de temas, entre los cuales se destacan los casos de

La conformidad de la declaración unilateral de independencia relativa a Kosovo; las consecuencias jurídicas de la edificación de un muro en el territorio palestino ocupado; la admisión de Estados en la NU; el estatuto territorial del Sahara Occidental y del Sudoeste africano (Namibia); el estatuto de los ponentes de derechos humanos; y la licitud de la amenaza o del empleo de armas nucleares. [21]

Del mismo modo, en el procedimiento contencioso la CIJ ha dictado 140 sentencias relativas con cuestiones sobre:

Las fronteras terrestres, delimitaciones marítimas, soberanía territorial, el no recurso a la fuerza, las violaciones del Derecho Humanitario Internacional, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, las relaciones diplomáticas, la toma de rehenes, el derecho de asilo, la nacionalidad, la tutela, el derecho de paso y el derecho económico. [22]

Por el momento, existen 15 asuntos pendientes de decisión, es decir, que están en proceso de estudio o deliberación. Por ejemplo, el reciente caso entre Ucrania y la Federación de Rusia sobre las alegaciones de genocidio en virtud de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio del 2022.

Cabe mencionar que, por un lado, es importante reconocer la labor de la Corte y saber que lo más característico de ella es su pertenencia y emanación de la Carta de las NU. Debido a ello, no debe confundirse con otras instituciones jurídicas como la Corte Penal Internacional, que no pertenece al sistema de Naciones Unidas, o la Corte Permanente de Arbitraje, que es de carácter independiente.

En conclusión, se puede decir que la Corte Internacional de Justicia ha significado un gran avance en la historia de los procedimientos para resolver controversias internacionales. De cierta manera, continúa ayudando a mantener la paz y el equilibrio en la Comunidad Internacional, de conformidad con los principios de la organización que le dio vida.