¿Qué es un Estado Canalla?

Desde Corea del Norte hasta Irán, hay Estados cuya fama internacional se ha forjado bajo la etiqueta de *Rogue States *o, como son más conocidos, Estados canalla. Pero, ¿qué ha llevado a países como Libia, Irán, Rusia, Siria o Irak a ser catalogados bajo esta etiqueta?"

Los Estados canalla, son países quienes han destacado por ser naciones peligrosas para el dinamismo de la comunidad internacional y establecimiento de relaciones internacionales. Se trata de países que desafían el status quo a partir de violaciones sistemáticas a las normas internacionales relacionadas con los Derechos Humanos fundamentales; tales como la lucha por no la discriminación de género, hacia grupos minoritarios, comunidades étnicas, entre otros.

Esta categoría de Estados no tienen límites cuando se trata de hacer uso de la violencia, pues debido a que son países que regularmente violan Derechos Humanos y normas internacionales, la probabilidad de que desafíen a demás actores estatales del sistema internacional con uso de Armas de Destrucción Masiva (ADM), es alta.

Por otro lado, de acuerdo con expertos del departamento de investigación de Columbia University; estas naciones no reaccionan de manera predecible ante la intimidación y disuasión; por lo tanto mantener un trato especial y presión por parte de la comunidad internacional es imprescindible. El riesgo de no controlar este tipo de países, derivaría fenómenos tales como disputas de territorios, desestabilización de regiones del mundo, e incluso; guerras.

Para entender la aplicación y casos, es necesario considerar la época de la guerra fría, pues se trata de una conceptualización que nace como resultado de preceptos de la política exterior de los Estados Unidos para designar regímenes que usaban mecanismos no convencionales; tales como el terrorismo, con la meta de disuadir políticas de Estado y lograr objetivos ligados a preceptos nacionales.

Así mismo, es necesario retomar preceptos que propone el dilema de seguridad basado en el neorrealismo, el cual analiza el comportamiento de algunos Estados del sistema en el campo de los estudios de guerra y paz. Para ello, dicha teoría propone dos tipos de actores clave para entender el orden mundial y cómo van cambiando las relaciones de poder y convivencia del sistema.

Tomando como base la categorización que propone Arnold Wolfers, por un lado se encuentran los Estados status quo; aquellos que moldean el sistema mediante una serie de valores nacionales a tal grado que llegan a influenciar a nivel regional e incluso a nivel global. Estos Estados interfieren de manera directa en el comportamiento de la comunidad internacional y buscan mantener un orden mundial mediante una serie de valores; como lo es la democracia. Actualmente, se considera que Estados Unidos y gran parte de Europa son Estados clave para las relaciones internacionales, destacando así su rol como status quo, ya que mediante una serie de instituciones y doctrinas liberales, han moldeado al mundo como se le conoce al día de hoy.

Por otro lado, tenemos a los Estados revisionistas; aquellos que desafían el ordenamiento del sistema. El principal objetivo de este tipo de Estados, es romper con los paradigmas de lo que se considera correcto, buscando así una visión y ordenamiento distinto, impulsado sobre todo por ideales comunistas. A lo largo de los años se les ha considerado como naciones que dirigen sus acciones a partir de deseos de conquista, anexiones territoriales y uso de violencia.

Por último, es crucial destacar que, aunque esta teoría tuvo sus orígenes en la época de la Guerra Fría, en un contexto en el que, a raíz de la pugna entre poderes e ideales, el capitalismo, la democracia y el neoliberalismo fueron categorizados como valores universalmente aceptados, su influencia ha perdurado hasta hoy. Esta conceptualización hace referencia a una variedad de naciones caracterizadas por su propensión a la violencia y, en su mayoría, con una inclinación hacia los sistemas comunistas.

Pero ¿qué tiene que ver esto con los Estados Canalla?

La importancia del dilema de seguridad y categorización de los Estados status quo y revisionistas, radica en que a partir de ello, se puede mitigar la desconfianza e incertidumbre que existe a nivel internacional entre sus actores estatales; y por otro lado y de gran importancia a resaltar, para entender el comportamiento de los Estados Canalla, es necesario voltear a ver lo que propone la conceptualización de Estados revisionistas; aquellos que desafían al sistema y buscan modificar el ordenamiento mundial a través de mecanismos no convencionales así como uso de la fuerza. En breves palabras, Estados revisionistas y Estados canalla son el homólogo.

Para profundizar en el tema, se presentan dos casos a nivel regional e internacional. Diversas estadísticas ofrecen una clasificación diferente, donde Venezuela es considerado como un Estado canalla. Aunque es cierto que presenta ciertos rasgos, como el incumplimiento de normativa internacional en materia de Derechos Humanos, la característica principal de estos Estados radica en el ejercicio de la violencia. Además, hipotéticamente, al buscar obtener mayor poder a través del uso de herramientas no convencionales, mantienen un interés nacional en la anexión de territorios, siguiendo un patrón que se observa en países como Rusia desde la época zarista.

Venezuela ha sido etiquetada como un Estado canalla, en gran medida debido a las afirmaciones del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ante la Asamblea de Naciones Unidas. Trump destacó una característica propia de los Estados revisionistas: ser un país comunista que desafía el orden en la región latinoamericana. Esta nación también enfrenta desafíos como un colapso económico, debilidades en seguridad debido al tráfico de drogas y graves violaciones a los derechos fundamentales de su población. Sin embargo, es importante señalar que estas características no abarcan todas las que son propias de los Estados canalla.

Bajo la misma premisa, un país más adecuado para la categorización sería Irak, uno de los casos más controversiales a principios del siglo XXI. Cuna de diversas civilizaciones antiguas, desde los sumerios hasta los babilonias, Irak fue en su momento fue uno de los territorios con mayor multiculturalidad y prosperidad de la región de Asia Occidental, sin embargo, como resultado de la opresiva dictadura de Sadam Hussein, actualmente Irak es uno de los Estados canalla más amenazadores en la arena internacional.

No hay que olvidar la década de los 90, tras haber invadido el territorio de Kuwait con objetivos de anexión Irak fue acusado por parte de la comunidad internacional por haber desarrollado Armas de Destrucción Masiva, ante ello, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una intervención preventiva en territorio Iraquí, tratándose así de una nación caracterizada por inclinación a anexión de territorios, incumplimiento de la normativa internacional y severas violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos Universales.

Tomando en cuenta lo anterior, se destaca que el adverso comportamiento de Irak, a partir del uso de armamento químico y presuntamente nuclear, desestabilizó la región del Golfo Pérsico. Por último, es importante precisar los masivos exterminios de miles de kurdos y musulmanes chiitas a través del uso de armas químicas como emblema del partido del Baaz, las cuales cabe resaltar están prohibidas y reguladas por el Derecho Internacional. Irak, una nación que ha definido su rol dentro de la esfera internacional bajo preceptos de violencia y comportamientos no predecibles, se ha ganado por mucho, la categoría propia de un Estado canalla.

Estados canalla ¿Un concepto occidentalizado?

No se niega que la connotación a este tipo de Estados es negativa; sobre todo considerando que se trata de un término acuñado durante la época de la guerra fría.

A partir de esto, surgió un fenómeno que desencadenó una lucha bipolar de ideales, preceptos y modelos políticos y económicos. Sobresaliendo entre estos elementos, se gestó una carrera armamentística que, bajo la amalgama de estas fuerzas, dio origen a un concepto destinado a categorizar a los Estados que representarían una amenaza para la comunidad internacional y la paz mundial. La pregunta es, ¿realmente no lo son más para Occidente?

La declaración de guerra global contra el terrorismo adoptada por los Estados Unidos bajo el mandato del ex presidente George Bush, significó un reordenamiento de la agenda internacional, y aquello incluyó una categorización para ciertos Estados a quienes se les consideraba una amenaza por diversos motivos; supuesto apoyo al terrorismo y promoción de enclaves de grupos no gubernamentales ligados a este, clasificándolos así como el famoso “Eje del Mal”. Se trata de un grupo integrado por seis Estados; Irak, Irán, Corea del Norte y al que posteriormente se incluyeron en la lista a Libia, Siria y Cuba, de los cuales algunos de estos pasarían a ser considerados como Estados canalla, debido a su alta probabilidad de desarrollo armamento de destrucción masiva; una amenaza para la paz internacional.

Si bien la mayoría de los Estados de dicha lista presenta una alta gama de incumplimientos a la normativa internacional, no hay que dejar de lado un elemento crucial; la distante relación con Occidente. Por otro lado, no es casualidad que haya diversos casos en donde la permanencia de gobiernos comunistas, significaría un “desequilibrio del sistema internacional” bajo la presente teoría y diversos discursos; o que bien, se trate de regímenes a los que se les exige pasar por un proceso profundo de democratización, como lo fue en su momento el caso de Afganistán.

Lo que sí es cierto, es que ya se trate de gobiernos de corte democrático o comunista, es importante considerar la categoría Estados Canalla para poder establecer políticas internacionales que permitan mantener una mayor dinámica de las relaciones internacionales, promover el orden dentro del sistema, y mitigar en mayor medida el ejercicio de la guerra.